El jefe del Departamento de Justicia ordenó la ampliación de un perímetro de seguridad alrededor de Lafayette Park, justo antes de que Donald Trump caminara hacia la iglesia episcopal de St. John. Foto: AFP
El fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, defendió este 4 de junio del 2020 a las fuerzas de seguridad que dispararon gas pimienta para desalojar por la fuerza a manifestantes pacíficos de un parque frente a la Casa Blanca, antes de que el presidente Donald Trump lo cruzara para una foto para la prensa.
El jefe del Departamento de Justicia ordenó el lunes 1 de junio la ampliación de un perímetro de seguridad alrededor de Lafayette Park, justo antes de que Trump caminara hacia la iglesia episcopal de St. John con sus asesores, incluidos Barr y el secretario de la Defensa, Mark Esper.
La violenta acción de las fuerzas de seguridad provocó la indignación de líderes religiosos y cívicos después de que dispararan bombas de humo, bolas de pimienta y otras municiones no letales para desalojar a cientos de manifestantes no violentos.
“El presidente es la cabeza del poder ejecutivo y el jefe de la nación, debería poder caminar afuera de la Casa Blanca y cruzar la calle hacia esa iglesia”, dijo Barr.
El fiscal dijo, sin embargo, a reporteros que la decisión de liberar el parque y ampliar la barrera del perímetro alrededor de la Casa Blanca había sido tomada antes de la decisión de Trump de ir a la iglesia, donde posó con una biblia en las manos.
No había “correlacción” entre los dos eventos, dijo, aunque Trump no habría podido caminar a la iglesia de forma segura sin que el parque fuera despejado.
“Creo que fue apropiado que fuéramos con él”, añadió Barr. “ No lo veo necesariamente como un acto político”.
Decenas de miles de manifestantes salieron los últimos días a las calles en todo el país para protestar por la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía de Minnesota.