La misión de Nil relata la historia de un árbol de pijío, especie nativa que abondó en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
La misión de Nil relata la historia del árbol de pijío, una especie nativa que antiguamente abundó en Guayaquil. En el cuento descubre su prodigiosa misión de vida: proteger a los papagayos Quillo y Guayita, aves en peligro de extinción.
El relato, escrito por la educadora María Gabriela Ottati, fue presentado el sábado 8 de septiembre de 2018 en la cuarta edición de la Feria del Libro. El encuentro finaliza este domingo en el Centro de Convenciones de Guayaquil.
El texto es una iniciativa de la Dirección de Ambiente del Municipio. Con este material se invita y enseña a los niños a cuidar el medio ambiente y a proteger la flora y fauna guayaquileña.
El libro tiene un costo de USD 10. El dinero recaudado irá a las fundaciones Probosque Ecuador y Cerro Blanco, que promueven el plan Manos a la Tierra. Esta iniciativa fomenta la siembra de huertos en centros educativos.
La misión de Nil no es la única oferta para el público infantil de la feria. El sábado también fueron presentados Kung Pollito Fu, de Iván Bernal; Por eso el gato lo relata, de Gladys Ordóñez; y Guayipancho, de Pedro Gambarrotti.
Las librerías Marc Books, Cuenta.Me, Vida Nueva, Mega Club infantil y Loqueleo exhibieron además una variedad de cuentos y novelas para niños.
Iván Cadena, representante de mercadeo de Marc Books, explicó que actualmente las editoriales buscan reinventarse y mezclar la literatura con la tecnología para atraer a los más pequeños. En su caso, detalló, cuentan con productos muy gráficos, que incluyen códigos para mostrar imágenes en realidad aumentada.
Graciela Tomalá acudió a la feria por pedido de su hijo de 8 años. El niño recorrió emocionado los puestos de libros infantiles y le enseñaba a su mamá cada novedad.
Este domingo también hubo talleres y premiaciones para los más pequeños. Entre las charlas estuvo la de Daniel Gabela sobre cómo crear web cómic y otra para la creación de personajes con Tomás Oleas, quien dio vida a Gor, el príncipe dinosaurio.
En la feria se dio paso a una ciudad de monstruos literarios para rendir homenaje a Frankenstein, el personaje de la novela de Mary Shelley. Otra área temática fue la de El Principito. Y se habilitó la Zona Cómic, con un homenaje a los 100 años de creación de Juan Pueblo.