En Santo Domingo de los Tsáchilas se han registrado fuertes lluvias en las últimas dos semanas. Foto: Juan Carlos Pérez/ EL COMERCIO.
Las manifestaciones más claras de la posible presencia del fenómeno de El Niño en la Costa del país son las lluvias y las altas temperaturas que registra esa región en época de verano.
El clima veraniego en el Litoral se caracteriza por ser seco y presentar bajas temperaturas, incluso con sensación de frío. Sin embargo, sucede todo lo contrario, como si fuera invierno. Estas condiciones experimentan Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas y las otras provincias costeras.
La semana pasada, José Luis Santos, coordinador del Programa de Cambio Climático de la Espol, explicó: “Podríamos hablar de que estamos en una fase inicial del fenómeno de El Niño”.
Ayer, por ejemplo, Esmeraldas soportó un torrencial aguacero desde el mediodía, luego de haber tenido una mañana soleada con un temperatura de cerca de 30 grados.
En la provincia, las lluvias son frecuentes en los siete cantones. Los cantones donde más se reportan precipitaciones son Quinindé, San Lorenzo, Esmeraldas y Muisne. Llueve en las tardes y madrugadas.
Los aguaceros han provocado el desbordamiento de ríos como el Teaone, en Esmeraldas, pero sin causar daños, según la unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de Esmeraldas. En San Lorenzo, en el norte, los ríos Bogotá, Timbiré y Santiago afectaron a 47 miembros de 11 familias y anegaron 6 000 hectáreas de plantaciones de palma africana.
El río Quinindé creció la semana pasada, pero no hubo desbordamientos sobre la población asentada en las riberas.
La jefa de la Unidad Gestión de Riesgos del Municipio de Quinindé, Dolores Villegas, señaló que en el sector Los Higuerones, del centro poblado, se inundó el área pero fue controlado. “Es raro que por estas fechas cuando deberíamos estar en verano siga lloviendo”.
A pesar de ello, en la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) no reportan daños en comunidades, dijo Betto Estupiñán, responsable de la entidad en Esmeraldas.
En Santo Domingo de los Tsáchilas se han registrado fuertes lluvias en las últimas dos semanas. Según la SNGR, desde junio se han presentado cambios en la provincia debido a la presencia de El Niño.
La semana pasada, por ejemplo, se registraron hasta 20 milímetros de lluvia en una hora. Esta cantidad es la que podría caer en una semana en los primeros días de la etapa invernal. “Por lo general, en una hora no se debería llegar a los 3 milímetros. Pero si las lluvias continúan con esa intensidad en tres horas podrían inundarse algunos sectores, que carecen de alcantarillado”, aseguró Hugo Parra, coordinador de respuesta de la Secretaría.
Por ello, la Prefectura desarrolla un plan de contingencia que consistirá en dragar el río Blanco y el mantenimiento vial para evitar derrumbes. Para estas obras se tiene destinado USD 1 millón.
Para la viceprefecta Andrea Maldonado, la decisión de elaborar el plan fue por las lluvias inusuales en verano, vientos de hasta 13 kilómetros por hora y cambios en la temperatura de hasta 28 °C, cuando lo normal es hasta 24°C. También se hará un plan para prevenir enfermedades como malaria, chikungunya, dengue, entre otras.
En Manabí, las lluvias constantes se registran desde junio y lo que va de julio, asegura el técnico del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap), Xavier Valencia. “El clima está atípico, ahora que debíamos estar en plena época fría, la humedad y el calor sofocante se sienten en toda la provincia”.
Entre junio y julio han caído -en promedio– 100 milímetros de precipitaciones, afirma Valencia. La proyección es que para fines de año siga el mismo comportamiento y este clima se junte con el invierno normal.
Las lluvias de mayor intensidad caen en el norte, en los cantones Pedernales, Tosagua, Chone, Flavio Alfaro, Junín y El Carmen. “Datos proporcionados por entidades que estudian el clima señalan que este comportamiento anómalo podría ser un preludio de la posible presencia del fenómeno de El Niño”, afirma Valencia.
El agricultor Renán Alcívar, del sitio El Cerecito del cantón Rocafuerte, centro de Manabí, cuenta que el clima con lluvias no es normal. “Hemos tenido temperaturas que rebasan los 32 grados, a eso sumamos lluvias fuera de época, esas anomalías ha causado daños en los cultivos de maíz”.
Las plantas son cubiertas con plásticos y se ha acelerado la cosecha para no perder, porque caso contrario una plaga de hongos amenaza a los sembradíos, indica el campesino.
En Jipijapa, una plaga de caracoles africanos afecta a las plantaciones de papaya y maíz.
En contexto
El clima veraniego en el Litoral se caracteriza por ser seco y presentar bajas temperaturas, incluso con sensación de frío. No obstante, ocurre todo lo contrario, como si esta zona estuviera en invierno. Esto evidenciaría una fase inicial del fenómeno de El Niño.