El secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental de Santa Cruz, Rolando Borda, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, el presidente boliviano, Evo Morales y la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, asisten a un acto multitudinario para conmemorar el Día de la Revolución Democrática y Cultural durante el cual Morales fue proclamado candidato a la reelección. Foto: EFE
El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue proclamado el sábado 16 de diciembre del 2017 candidato para optar a un cuarto mandato consecutivo en 2019 por las bases del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), en un multitudinario acto en Cochabamba (centro) ante miles de seguidores.
Morales fue designado por las organizaciones y movimientos sociales que integran el MAS en la masiva concentración convocada por el oficialismo para celebrar el Día de la Revolución Democrática y Cultural, que conmemora su primera victoria electoral el 18 de diciembre de 2005.
“Evo, hermano, el pueblo te proclama”, gritó la multitud congregada durante horas en una avenida de la ciudad.
“Misión cumplida, estamos habilitados para las elecciones”, exclamó Morales, que cifró en “cerca a un millón de personas” a la muchedumbre.
Líderes campesinos, mineros, estudiantiles y sindicales, entre otros representantes del conglomerado que configura el MAS, intervinieron desde el escenario para expresar su apoyo a una nueva candidatura del presidente boliviano.
“Nosotros, las organizaciones sociales, los trabajadores, las clases populares, ya tenemos nuestro candidato y se llama Evo Morales Ayma para el 2019”, sentenció el sindicalista Rolando Borda.
El presidente recibió el respaldo popular como un mensaje de que “es imparable” el denominado proceso del cambio en Bolivia, iniciado cuando hace doce años venció sus primeras elecciones.
El respaldo de las bases se produce dos semanas después de que el propio Morales se postulara como candidato, cuando recibió el aval del Tribunal Constitucional del país para presentarse a la reelección.
El fallo, duramente cuestionado por la oposición boliviana, estableció que la Convención Americana de los Derechos Humanos prevalece sobre la Constitución y la ley electoral de Bolivia, que limitan la reelección a dos mandatos consecutivos.
Otra decisión judicial ya le habilitó para un tercero al considerar que el primero no contaba porque el país se refundó con la Carta Magna de 2009.
Los opositores denunciaron que el presidente pretende perpetuarse en el poder incumpliendo la Constitución que él mismo promulgó y el resultado de un referéndum de 2016, en el que el pueblo rechazó una nueva reelección.