Mauricio Rodas señaló que las fallas en el convernto de San Agustín no son de consideración. Foto: EL COMERCIO
Desde antes de las 09:00 de hoy lunes, 18 de abril, una cuadrilla de obreros del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) acudió al convento de San Agustín, ubicado entre las calles Guayaquil y Chile. Su único objetivo: apuntalar los arcos de la sacristía que, con el terremoto del pasado sábado, sufrieron algunas fisuras de consideración.
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, adelantó que las fallas en San Agustín no son de consideración, pues se trata solo de unas fisuras y no pone en riesgo la estabilidad del inmueble. Sin embargo, la iglesia y el convento estarán cerrados durante una semana, mientras se realiza el apuntalamiento. También se realizan labores para corregir filtración de agua.
Los daños por el sismo también se reportaron en la capilla de la Unidad Educativa de La Providencia, pues allí se detectó desprendimiento de enlucidos del cielo raso.
No así en la iglesia de Nono. En ese templo los problemas son estructurales y la intervención será más delicada. Ya esta un equipo de técnicos interviniendo.
Rodas indicó que el patrimonio de Quito reaccionó de manera fantástica. No hubo mayores daños, pero ya se está trabajando. Se activará un fondo para eso.
La Alcaldía de Quito solicita a los vecinos que tienen en propiedad casas patrimoniales comunicar al IMP los daños o afectaciones ocasionadas por el sismo y lo pueden hacer llamando a los teléfonos: 2280722 o 2280724, extensión 120. Hasta el momento se han receptado 70 llamadas.
También pueden acercarse directamente a la Dirección de Proyectos Especiales del Instituto Metropolitano de Patrimonio, ubicada en la calle Montúfar N4-119 entre calles Espejo y Chile.
Una vez receptadas las comunicaciones, el IMP enviará personal técnico a verificar y evaluar el estado de las edificaciones y emitir el respectivo informe con recomendaciones para su intervención.