Ernesto Samper, secretario General de la Unsaur, estuvo desde el 2014 al frente del organismo. Foto: Archivo EL COMERCIO
El Secretario General de la Unasur, Ernesto Samper, envió una carta a los Jefes de Estado de los países integrantes de ese organismo. A través del documento les da a conocer su decisión de no renovar su mandato.
Samper, expresidente colombiano, decidió regresar a su país para apoyar el proceso de paz que lleva adelante el Gobierno del mandatario Juan Manuel Santos con las FARC. El plebiscito para aprobar la firma del acuerdo con la guerrilla se llevará a cabo el 2 de octubre.
El Tratado Constitutivo de Unasur, según su artículo 10, permitía que el Secretario se mantenga en el cargo por un segundo periodo de dos años. Sin embargo, Samper agradeció al presidente Rafael Correa y al Ecuador por haberlo recibido en la sede del organismo en Quito.
Dijo además en la carta a los demás mandatarios que no tiene duda de que acertarán en escoger a alguien que lo suceda en el camino de la integración regional.
El Secretario argumentó que “después de luchar incansablemente durante este tiempo por el sueño de la integración Suramericana regreso a mi país a seguir luchando por otro sueño, el de la paz, que es el de todos los colombianos”. Y agregó que “a Colombia le llegó la hora de la paz y yo quiero estar en esa cita”.
El Consejo de Cancilleres, de común acuerdo con Samper, acordó su permanencia frente a la Secretaría hasta el próximo 31 de enero, “para asegurar un proceso tranquilo y efectivo con el fin de escoger su sucesor”. El comunicado oficial fue divulgado hoy, 26 de agosto del 2016.
Samper, en su carta a los presidentes, les recordó además que “en momentos en que la Región atraviesa por uno de sus periodos de mayor incertidumbre e inestabilidad, creo que todos debemos contribuir, como hoy lo hago, para que ustedes, los mas altos mandatarios regionales, tomen en conciencia las mejores decisiones que aseguren la continuidad de los principios por los cuales nació y debe permanecer Unasur”.
Estos son: que la región sea una zona de paz, la vocación democrática y la plena vigencia de los derechos humanos.