Entre Clinton y Trump se definirá el presidente número 45 de Estados Unidos. Foto: AFP
La carrera electoral por la Casa Blanca, que ha estado plagada de obstáculos, ásperos debates y feroces cruces verbales, tiene el martes 8 de noviembre su desenlace.
La batalla por la Presidencia de EE.UU., que se definirá este día posiblemente con alguna controversia de por medio, enfrenta a dos personajes diametralmente opuestos.
Por un lado se halla la demócrata Hillary Clinton, de 69 años, quien ha estado más de tres décadas en el escenario político, como Primera Dama, senadora y Secretaria de Estado, entre otros cargos.
En la orilla de enfrente está el republicano Donald Trump, magnate de 70 años, que se ha presentado como un candidato ‘antisistema’ y que ha empañado la campaña con sus discursos racistas y sus acusaciones de un presunto fraude electoral a favor de su rival.
Ocho años después de elegir al primer Presidente negro en medio de una ola de entusiasmo, los estadounidenses deciden si llevan a la Casa Blanca a la primera mujer o a un novato político, que es producto de los ‘reality shows’ de TV.
Entre Clinton y Trump se definirá el presidente número 45 de Estados Unidos. Los dos candidatos están lejos de despertar la admiración general que suscitó Barack Obama -a punto de retirarse, ha vuelto a marcar un récord de aprobación (55%)- y ambos tienen votantes que los apoyarán sin entusiasmo, solo por evitar lo que consideran el mal mayor.
Clinton, a la que los estadounidenses perciben fría, ambiciosa y poco confiable, encontrará sus apoyos sobre todo en las mujeres universitarias y las minorías, un grupo -este último- donde el voto hispano jugará un papel importante.
Trump ha dejado al descubierto la existencia de un malestar con la política y Washington, con el ‘establishment’ que representa Clinton, y hallará los suyos en hombres blancos no universitarios golpeados por la globalización, en los que cala su discurso contra los inmigrantes, su retórica populista y su incitación a hacer a “América grande otra vez”.
Si vence Clinton, tendrá que gobernar casi seguro con una Cámara de Representantes con mayoría republicana, según las encuestas. El Senado renueva un tercio de sus miembros y los demócratas tienen opción de recuperarlo.
Junto al resultado, la otra gran incógnita es si Trump reconocerá su derrota si esta ocurre. “Lo veré en su día”, dijo en el tercer debate electoral.
Un sistema complejo
Las elecciones de EE.UU. se parecen a un complejo problema matemático que Hillary Clinton y Donald Trump tratan de resolver para inclinar la balanza a su favor.
Más de 200 millones de estadounidenses están llamados a las urnas para elegir al Presidente que tendrán durante cuatro años, renovar el total de los 435 miembros de la Cámara de Representantes, un tercio de los 100 senadores federales y seleccionar a sus gobernadores en 12 estados.
Los estadounidenses no eligen directamente mediante su voto al Presidente y Vicepresidente, sino que relegan esa responsabilidad en el Colegio Electoral, compuesto por 538 compromisarios o electores. Estos, en su nombre, votarán en los 50 estados del país y en el Distrito de Columbia (sede de la capital). El objetivo de Clinton y Trump es hacerse con una mayoría de 270 votos para proclamarse ganadores.
El número de electores de cada estado es igual al de sus senadores, más el número de sus representantes en la Cámara Baja. Y tienen más peso los estados con mayor población, como California (55 votos electorales), Texas (38), Florida y Nueva York (29), Pensilvania, Illinois (20) y Ohio (18).
¿Y cómo van los sondeos?
El lunes 7 de noviembre, el promedio de los sondeos atribuyó a Clinton una delantera de aproximadamente 2,7 puntos porcentuales, aunque la dinámica de los últimos 10 días de campaña fue favorable a Trump.
En un sondeo de la cadena CBS divulgado el lunes, la ventaja de Clinton es de cuatro puntos (45% a 41%). En tanto, un modelo matemático de proyección elaborado por la NBC señala que Clinton ya tendría asegurados por lo menos 274 votos en el Colegio Electoral, cuatro más de los necesarios para sellar su victoria.
Y el sitio web especializado FiveThirtyEight atribuye a Clinton el 67,9% de probabilidades de ganar la elección, contra el 32,1% para Trump.