Varias personas realizaron un homenaje a las víctimas de la masacre de noviembre de 1922 en Guayaquil. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Hace 97 años, el 15 de noviembre de 1922, Guayaquil fue escenario de una masacre. Los primeros días de ese mes se decretó una gran huelga de trabajadores que tuvo un desenlace fatal.
“El 15 de noviembre se produjo, al fin, dicha huelga, con un motín de proporciones monstruosas. Pareció que Guayaquil no se compusiera más que de masas proletarias. Los discursos fogosos de los síndicos las enardecieron de repente, y desarmaron a las fuerzas policiales, apostadas, por obvia precaución, en diversos lugares de la ciudad”, relata uno de los textos del historiador Efrén Avilés Pino.
Antes se había gestado la Confederación Obrera del Guayas, que construyó el andamiaje de la organización sindical en el país durante el gobierno de José Luis Tamayo. Aquel noviembre, durante una semana, la ciudad vivió sin alumbrado y miles de personas salieron a las calles para pedir soluciones al régimen de la época frente a la crisis económica que se acentuó como consecuencia de la Primera Guerra Mundial.
“Salieron los batallones, las masas fueron rodeadas, y los soldados realizaron una espantosa carnicería en las calles, en las plazas y dentro de casas y almacenes. La matanza no terminó sino a avanzadas horas de la tarde. Cuantos grupos pudieron, se salvaron solamente gracias a una fuga veloz. Luego, en la noche, numerosos camiones y carretas se dedicaron a recoger los cadáveres y echarlos a la ría”, cita Avilés.
Ese 15 noviembre, que inspiró la novela Las cruces sobre el agua de Joaquín Gallegos Lara, se recordará este viernes con conversatorios y una marcha que saldrá a las 16:30 desde las calles Víctor Manuel Rendón y 6 de Marzo, en el centro de Guayaquil, y que se denomina ‘Rumbo al centenario de la masacre obrera’.
El Observatorio Ciudadano de Servicios Básicos congregará a 30 líderes y lideresas sociales para reflexionar en esta fecha y su relación, casi 100 años después, con la situación que vive América Latina. César Cárdenas, vocero de la organización, explicó que el encuentro es parte de una iniciativa regional denominada Altoparlante, que agrupa a delegados de Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador.
“Básicamente analizaremos de cerca cuál es la realidad, cuáles son las pistas que nos permiten ver de manera objetiva y crítica lo que está sucediendo en cada uno de nuestros países (…). Hay una ira contenida producto de todo un modelo de carácter hegemónico que no se ha centrado en el ser humano”, indicó Cárdenas.
Luego de la mesa redonda, prevista para las 18:00, Cárdenas asegura que se busca aportar con propuestas para la reconciliación nacional, el reestablecimiento de paz y el diálogo. “La idea es proponer cambios que permitan superar las debilidades que se han presentado en el actual modelo económico y político, que no solo vive el país sino toda América Latina”.
Para Billy Navarrete, secretario del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, los hechos de noviembre de 1922 representan la necesidad de establecer mecanismos preventivos de diálogo y escucha desde las autoridades, que den apertura a la participación de los sectores afectados ante determinadas medidas.
“Desde ahí (el 15 de noviembre de 1922), ese conflicto de desigualdades ha venido desarrollando una serie de acontecimientos en el Ecuador, que dan cuenta de la reclamación legítima de derechos económicos, sociales y culturales, que el Estado está obligado a garantizar”.
Aquel noviembre de 1922 marcó el comienzo de una serie de transformaciones sociales y laborales en Ecuador. Años más tarde dio paso a la Revolución Juliana, en 1925.