En el Centro Histórico de Cuenca la mayoría de locales ofrece descuentos y ofertas. Foto: Xavier Caivinagua / EL COMERCIO
Los anuncios de promociones y descuentos son más recurrentes en los locales comerciales de Riobamba, Manta, Ambato y Cuenca. Es la estrategia que emplean los propietarios de almacenes de ropa, calzado, electrodomésticos, joyerías… para que sus ventas repunten.
“La crisis económica lleva a los clientes a posponer las compras que tenían planificadas… La gente sabe que hay dificultades, tiene miedo y prefiere ahorrar”, dice Cristian Neira, administrador del local de electrodomésticos Marcimex, en el centro de Cuenca.
Para él, los problemas económicos como la reducción del precio del petróleo y la restricción de créditos tienen un efecto negativo en el consumo. En este negocio, la demanda de televisores, lámparas y artículos de decoración bajó, porque, en cierta forma, no tienen un uso prioritario como las cocinas o refrigeradores, asegura Neira.
En esta lógica, los bienes suntuarios son los más afectados, dice Lino López, quien labora en una tienda de perfumes, que abrió hace dos meses en el centro de la capital azuaya. Él es optimista y confía que en noviembre y diciembre mejoren las ventas. “No podemos esperar que el cliente llegue, hay que salir a buscarlos”.
La semana pasada se reunieron los representantes de las cámaras de la Pequeña Industria, Construcción, Industrias, Producción y Empleo y Comercio. Están preocupados por la recesión en sus actividades.
Antonio Vázquez, presidente de la Cámara de Comercio de Cuenca, calculó que las ventas de su sector bajaron un 25%. Según él, el contrabando de licores y electrodomésticos por la frontera sur y las salvaguardias afectaron al comercio.
Por estas condiciones no se adquiere más mercadería, dice Jenny García, administradora de un boutique de Cuenca, que ofrece prendas nacionales.
La situación es similar en Manta. La crisis del sector pesquero repercute en la economía de esa ciudad, asegura Víctor Hugo Loaiza, vicepresidente de la Cámara de Comercio. Sus 400 afiliados reportaron problemas en sus negocios.
Luis Parrales gerencia un almacén de bicicletas y accesorios en Manta. Según él, las transacciones mermaron desde junio pasado porque subieron los precios por las salvaguardias. “Todo lo que vendemos es importado y traer productos del exterior es complicado en la actualidad”.
En los almacenes de electrodomésticos y muebles la situación es similar. “La gente llega, pregunta y se va”, se lamenta el comerciante Gerardo Zambrano. En las vitrinas se promocionan descuentos del 10% al 50%, pero no atraen a los clientes, afirma Katy Cedeño, vendedora de productos de belleza. “A veces no se vende nada”.
En Ambato, las ventas en almacenes de electrodomésticos y tecnología bajaron un 25%. Según los propietarios, el alza en el precio de los equipos de sonido, cocinas, computadoras, lavadoras, refrigeradoras y celulares es la causa.
Para recuperar a los clientes optaron por combos o la entrega de un regalo por cada compra. En almacenes Tecnología&Hogar se oferta juegos de muebles con una cuota mensual de USD 79 y a 18 meses plazo. Además, como oferta, el cliente recibe una tableta, una mochila y un mes y medio de gracia en los pagos.
“La idea es que las ventas se recuperen en los últimos dos meses. Tratamos que la gente no se vaya a Colombia y Perú a comprar, por ello se aplican facilidades de pago y garantías que no dan en los países vecinos”, dice Santiago Bucheli, gerente del local comercial.
Uno de los compradores es el ambateño Carlos Galarza, quien recorrió la semana pasada los almacenes de electrodomésticos ubicados en la avenida Cevallos, principal zona comercial de Ambato. Según él, por los precios altos no se puede comprar un televisor. “Hay miedo de endeudarse porque se prevé que habrá una crisis”.
Los ejecutivos de Mundiofertas de Ambato optaron por diversificar su mercadería con juguetes… para mejorar las ventas. Antes se centraban en electrodomésticos y la estrategia da resultados, señala el gerente Iván Dueñas.
Para los comerciantes de Riobamba, Navidad será la última esperanza para recuperarse. “Los proveedores ya no dan crédito. Eso nos obligó a invertir más, seleccionar mejor los productos”, afirma Armando Arostegui, dueño de un negocio de computadoras. Él apuesta por el mantenimiento de equipos porque la gente ya no compra nuevos computadores, si no prefiere repararlos.
El empresario Carlos Freire dice que las ventas fueron bajas en septiembre, pese al ingreso a clases. “Los padres de familia prefirieron reutilizar los uniformes y economizar”.
En contexto
La reducción en el consumo por el alza de precios y efectos de la crisis económica incidió en las ventas de los locales comerciales. En Cuenca, Ambato, Riobamba y Manta optaron por ofrecer descuentos, plazos mayores, combos para atraer a los consumidores…