En Guayaquil, la sensación térmica -es decir la percepción corporal- llegó hasta los 40 grados centígrados. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
La estación lluviosa en el Litoral ha sido atípica. La cantidad de precipitaciones registradas en las estaciones meteorológicas no pasa del 4% frente al promedio histórico de lluvias en abril. Las altas temperaturas sobrepasan la media de los últimos 30 años en ciudades como Guayaquil y Portoviejo.
Eso se comprueba fácilmente al caminar por zonas urbanas, como el centro del Puerto Principal. Los peatones buscan la sombra de los grandes edificios y los conductores encienden al máximo el aire acondicionado de sus autos.
En el campo, el intenso sol afecta a los agricultores en cantones como Jipijapa y 24 de Mayo, en Manabí. Las cosechas de maíz, principalmente, sufren por la falta de agua.
El déficit de lluvias y las altas temperaturas en la Costa se originan por el comportamiento poco usual del océano y de la atmósfera para esta época del año. Regularmente, en el período lluvioso hay un calentamiento del Pacífico, que genera gran nubosidad.
El comandante Edwin Pinto explica que ahora ocurre lo contrario. Según el monitoreo de la temperatura superficial del mar, el Subdirector técnico del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) resume que hay entre 1° y 2°C por debajo de lo normal para este mes.
Hacia el norte, en Esmeraldas, han detectado hasta 27°C; y hacia el sur, el golfo de Guayaquil registra hasta 23°C. Hay un enfriamiento, similar a un evento de La Niña clásico.
Y aunque las aguas frías podrían aportar a un clima más agradable, la influencia de un sistema de alta presión en la atmósfera impide la formación de nubes. Así, el cielo despejado permite el paso más intenso de la radiación solar.
“Ese sistema de alta presión no es tan inusual, pero ha sido intenso y ha permanecido por varios días; eso no es tan normal. Pero en los próximos días se espera que volvamos a tener cielos parcialmente nublados”, dice Pinto.
El lunes, la estación del Inocar en el sur de Guayaquil superó el récord histórico de alta temperatura al llegar a 36,5°C. Es lo que marcó el termómetro, pero la sensación térmica -la percepción de la gente- pudo llegar hasta los 40°C.
En el área de Monitoreo del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología para la cuenca del Guayas (Inamhi) también notan que los valores de temperatura ambiental de los últimos 30 años han sido superados. La estación de Montebello, en el norte de Guayaquil, registró 36,6°C. Un valor similar se ha repetido por varios días en Portoviejo.
Los cielos despejados no solo aumentan la temperatura sino también los índices de radiación ultravioleta. En las ciudades costeras, el Inamhi ha reportado valores de entre 10 y 11 en el índice UV, de alta precaución. Y en las ciudades andinas, debido a la altitud, hay reportes de 14 y hasta 15.
En contraste, las cifras son bajas en cuanto a precipitaciones, explica Raúl Mejía, coordinador del Inamhi. Históricamente, la estación meteorológica del norte de Guayaquil suma 207 milímetros de lluvias en abril. En este año solo reporta 7 mm. Esto se repite en Milagro (Guayas), La Libertad (Santa Elena), Manta (Manabí) y otras zonas de la Costa.
“Hasta ahora es el abril más seco de la historia desde el año 80”, dice Mejía. Y añade que al sumar los registros de lluvias de enero a abril, la estación 2018 solo alcanza la mitad del balance de los últimos 30 años.
El efecto de las pocas lluvias se refleja en sectores agrícolas. César Herrera, presidente de la Federación Nacional de Maiceros, explica que desde enero hicieron cuatro siembras y luego pararon por falta de agua. La radiación, además, favoreció la aparición de hongos y enfermedades foliares.
“En el país hay 200 000 hectáreas sembradas. Aún es pronto para dar un balance, porque el rendimiento de la primera siembra fue bueno, pero no sabemos la segunda y las otras afectadas por plagas”.
La razón de este déficit, desde la atmósfera, está en la poca acción de la Zona de Convergencia Intertropical, sistema que aporta precipitaciones en el Litoral. Este frente se desplazó hacia el norte, alejándose de las costas de ecuatorianas.
En lo que resta de esta semana, el Comité para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) pronostica lluvias de intensidad entre ligera y moderada para la Costa. En el callejón Interandino y región Amazónica se esperan precipitaciones de intensidad variable. Este grupo científico se reunirá mañana para dar un nuevo reporte nacional.
En contexto
Casi a punto de terminar, la estación lluviosa del 2018 registra cifras menores de afectación en comparación con años anteriores. Desde enero, el temporal suma 9 000 afectados en el país, apenas el 10% del 2017. El Erfen anuncia condiciones neutrales hasta mayo.