En el comercio y la manufactura se perdieron 18 000 puestos de empleo en la capital de Tungurahua, según el Observatorio Económico de Ambato. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
La agricultura, la avicultura y la industria de alimentos de Ambato no han detenido su producción desde que comenzó la crisis sanitaria. Aunque, su peso en la economía de ese cantón no es tan fuerte frente al comercio y la manufactura (la industria del cuero y calzado, el textil y la metalmecánica), que sostienen la economía de Ambato.
Su operación está semiparalizada, pese al cambio del semáforo rojo a amarillo, que significó una apertura para la actividad productiva. Pero, se observa una leve recuperación en junio, sobre todo del comercio, que tiene un despunte.
Esta nueva normalidad se dio el 25 de mayo, por decisión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, para reactivar la producción. En el comercio y la manufactura se perdieron 18 000 puestos de empleo en la capital de Tungurahua, según el Observatorio Económico de Ambato. Esos son los rubros más importantes en la economía de la ciudad, concluye la Cámara Industrial de Tungurahua. El rendimiento del Producto Interno Bruto decayó en 50%. Diego Proaño, analista económico, dijo que Ambato concentra el 70% de la producción provincial. Al no lograr la reactivación por la pandemia hubo despidos de mano de obra. “Lo que más preocupa es que el subempleo hizo que aumentara el número de comerciantes informales en las calles”.
El sector que más se deprimió fue la manufactura, cuyas ventas cayeron, debido a una falta de la demanda, porque depende del mercado nacional. El comercio se redujo en 36,7% en ese período, pero en junio se nota un crecimiento.
El sector del calzado, por ejemplo, bajó su producción en 80%, porque se dejaron de confeccionar productos que normalmente se vendían en el inicio del año escolar en la Sierra y la Amazonía. Solo el año pasado se elaboraron 24,4 millones de pares de zapatos. “No hay la reactivación esperada desde el cambio de semáforo. Al menos 5 000 locales comerciales cerraron sus puertas”, comentó Diego Mosquera, presidente de la Cámara de Comercio de Ambato. Este retorno estuvo marcado por el desorden, las ferias no autorizadas y la desobediencia de la gente.
Esos factores incidieron en el alza sostenida de los casos de covid-19, que en ese período pasaron de 358 casos confirmados a 2 579 contagios hasta este 1 de septiembre del 2020.
Los hospitales de referencia para atender casos de covid-19 son el Docente Ambato y del Seguro Social, que tienen 133 camas para hospitalización de pacientes confirmados y 36 en la Unidad de Cuidados Intensivos. En la primera área, la ocupación actual es del 70% y en las UCI, 95%, según Patricio Mayorga, presidente del Colegio de Médicos de Tungurahua.
Cree que hay una aparente disminución de afectados. Las autoridades del COE indicaron que en un análisis del 29 de agosto se estableció que los casos se redujeron en las últimas dos semanas.
Entre marzo y el 30 de agosto, este cantón sumó 1 849 defunciones por todas las causas, frente a las 998 registradas en ese tiempo en el 2019. Esto representa una diferencia inusual de 962 muertes, que pudieran atribuirse al virus.
Si se toma en cuenta el número de muertos confirmados y probables por covid-19 hay 78 por cada 100 000 habitantes, superior a la media nacional, que es de 59.
Polémica por el cierre
Durante más de dos meses, el Mercado Mayoristas de Ambato estuvo cerrado. Eso originó que se realizaran ferias improvisadas en las calles y avenidas adyacentes a este centro de comercio, el más grande de la región. Alrededor de 12 000 comerciantes dejaron de trabajar.
Un centro de aislamiento
El Municipio abrió el Centro de Aislamiento Preventivo Obligatorio (CAPO) con capacidad para 90 camas; hasta el momento, está ocupado un 75%. Allí son atendidas las personas que dieron positivo durante la campaña contra el covid-19. El proyecto es financiado por el Cabildo.
Una campaña por la salud
Siete brigadas médicas, impulsadas por el ayuntamiento, aplicaron en dos meses 10 000 pruebas PCR y 21 000 rápidas en los barrios y parroquias de Ambato. También se entregaron pruebas a los hospitales de la urbe. El proyecto, con el Centro de Aislamiento Preventivo, costó USD 1,2 millones.