Las tres falsas alarmas de tsunami que se dieron la semana pasada en Esmeraldas, no alteraron a los habitantes del barrio El Arenal. Las mujeres del sector se limitaron a observar que los pobladores de las zonas cercanas corrían con maletas.
“Estamos preparados para actuar frente a los eventos naturales. Sabemos que hay que escuchar una sirena y seguir a los marinos hacia los sitios seguros”, explica Cecilia Berduga, vecina.
El Arenal está ubicado en la ribera del río Esmeraldas, junto al destacamento de la Armada. El asentamiento se levantó sobre un relleno, por eso es considerado vulnerable ante un tsunami.
En este sector y en los barrios vecinos, Bellavista Norte y Nueva Esperanza Norte, se capacita a los pobladores en prevención de riesgos. La organización de ayuda humanitaria Oxfam, con financiamiento de la Comunidad Europea, ejecuta el proyecto desde agosto del 2009.
El proceso es liderado por las mujeres, en su mayoría amas de casa. En El Arenal se han conformado cuatro brigadas de respuesta: incendio, evacuación, primeros auxilios y comunicación.
Los integrantes se reúnen todos los miércoles y para inicios del próximo mes esperan realizar un nuevo simulacro.
En los próximos días, los técnicos iniciarán con la instalación de señalética en las rutas de evacuación establecidas. Además, determinarán sitios seguros y distribuirán material informativo. Se colocarán, al menos, dos sirenas de alto impacto.
“Después de escuchar la alarma, nosotros debemos avanzar por la calle Plinio Palominio y encontrarnos todos en la Catedral Cristo Rey”, comenta Cecilia Berduga, otra vecina del barrio.
Elba Chasing tiene claro lo que tiene que hacer si hay un desastre natural. “Lo primero es ayudar a salir de las casas a los niños y a las personas con capacidades especiales. Ellos tienen prioridad”.
En el barrio El Arenal, el 80% de los miembros de las 336 familias no tiene empleo fijo. Hay 112 casas, todas levantadas sin la adecuada dirección técnica.