Los moradores de la Isla de Muisne se oponen a la declaratoria de zona de alto riesgo por las inundaciones producidas por tsunami. Foto: EL COMERCIO
Decenas de muisneños que habitan en la isla de Muisne, sur de la provincia Esmeraldas, en la Costa del Ecuador, salieron a protestar la tarde de este martes 26 de julio del 2016, para pedir una explicación a los responsables de la Secretaría de Gestión de Riesgo (SGR) sobre la declaratoria de zona de alta vulnerabilidad a inundaciones por tsunami.
Muisne es el cantón más afectado por el terremoto del pasado 16 de abril, y la isla, donde habitan 7 000 personas, es la más vulnerable a inundaciones por tsunami, por encontrarse cerca del mar y separada por 400 metros de la parte continental.
¡No nos vamos! ¡Aquí nos quedamos! fueron parte de los gritos que se escucharon en las calles principales de Muisne, y en los barrios hasta donde llegaron los protestantes con carteles, en los que decían que no se irían de su territorio.
La protesta es a la declaratoria de zona de alto riesgo por las inundaciones producidas por tsunami, y un informe de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de ese cantón, que determinó que al menos unas 1 000 familias deben dejar la isla por encontrarse en zona de peligro.
Los manifestantes, gritando consignas contra el Régimen, llegaron al edificio del Municipio, que está deshabitado, para leer un manifiesto. Ahí estuvieron el Alcalde de Muisne y el Director de la Unidad de Gestión de Riesgos.
Entre otras cosas, el documento decía que la comunidad entera, frente al desalojo de la población afectada por el terremoto del 16 de abril, permanecerá en su territorio.
Además, desconocen y declaran resistencia a la resolución de declaratoria de área protegida. Que el Estado garantice obras básicas y la construcción de un sistema de evacuación de la isla.
En ese tema, el Gobierno ha ofrecido la construcción de un puente peatonal de unos 400 metros, con un costo de USD 400 millones, que uniría a la isla con el continente.
Otro de los aspectos que piden es que el Estado garantice la reubicación de las personas que hayan perdido sus casas y deseen salir voluntariamente de la isla.
¡Muisne no se vende! ¡Muisne se defiende!, eran parte de las consignas que se escucharon hasta pasadas las 17:00 de este martes en los bajos del Municipio y frente al Parque de Muisne.
Susana Obando, una de las manifestantes, dijo que no van aceptar desalojos o desplazamientos de la población dedicada a la actividad pesquera, recolección de conchas y quema de carbón. Tras la marcha no hubo un pronunciamiento del alcalde de cantón, Eduardo Proaño.