Un incendio forestal que arrasó con 25 hectáreas de bosque de eucalipto y arbustos del barrio San Vicente de Quillán Loma Alto de la parroquia Izamba, al norte de Ambato, puso en peligro la vivienda de Sergio Guashco.
Con ayuda de los moradores y el personal del Cuerpo de Bomberos lograron controlar las llamas luego de cuatro días. El agricultor perdió una parte de sus invernaderos y cultivos de alfalfa, brócoli, tomate… “Gracias a Dios evitamos que el fuego se propague y afecte a cinco viviendas que están en la ladera de la Loma que quedó carbonizada. Tenemos una brigada contra incendios que actuó en forma inmediata”, cuenta Hugo Chicaiza, presidente del barrio San Vicente.
En 2022, en la zona se ocurrieron dos incendios de gran magnitud. Cuenta que al iniciar el año, ocurrió este hecho provocado por la quema de mala hierba de uno de los moradores de la zona. Eso se descontroló y avanzó al bosque de eucalipto. En total se quemaron 25 hectáreas.
El otro fue en marzo del 2022. Ahí se dañaron 8 hectáreas y también se quemaron invernaderos y cultivos. “Tenemos una brigada contra incendios. Somos ocho integrantes, pero todos los moradores fueron capacitados e informados de las sanciones por ocasionar las quemas. Desde entonces no hay incendios”, asegura el dirigente.
Dice que cuando se presenta un incendio, suena la alarma comunitaria y actúan en forma inmediata usando herramientas que ellos mismos confeccionaron. Las dos emergencias son parte de las estadísticas de este año en Ambato y Latacunga.
Un informe emitido por el Cuerpo de Bomberos de Ambato detalla que hasta la última semana del 2022 fueron atendieron 276 incendios forestales, con más de 400 hectáreas afectadas de pajonales, arbustos, bosques nativos y de eucalipto. Mientras que en el 2020 alcanzaron los 305 y en el 202, por la pandemia, se registró una baja de 111.
El 90% de los incendios forestales son provocados
El estudio determinó que al menos el 90% de los incendios forestales fueron provocados por las quemas y que se salieron fuera de control de las manos de los agricultores. El 10% restante sucedió a causa de la sequía y las altas temperaturas durante el día, que provocaron graves daños en la naturaleza.
Carlos Sisalema, responsable de la Dirección de Prevención de Incendios del Cuerpo de Bomberos de Ambato, explica que preocupa que en el 2022 se haya incremento en más del 160% los incendios forestales. Un claro ejemplo fue que en diciembre se atendieron 55 quemas las cuatro compañías.
Asegura que entre enero y febrero del 2022 fueron atendidos 88 incendios forestales y en los mismos meses del 2021 se registraron 22. “El número de incendios disminuyó por la presencia de las lluvias, pero en este año (2022) hay poca presencia de lluvias”.
Afirma que los sitios donde más se originan las quemas son la vía a Pasa, Quindialó, Quisapincha, Ambatillo, Pinllo y otros sectores.
Sisalema indica que los incendios forestales se producen por dos factores: el primero causas naturales, es decir, por la caída de rayos o por botellas de vidrio que funciona como una lupa, con la luz solar, ocasionando el incendio.
El segundo es producido por la mano del hombre y la que más afecta a la naturaleza. Dice que hay desconocimiento de los agricultores que aún aplican mitos que con la quema se atrae a la lluvia. “Estos se salen de control y se propaga hacia otros sitios provocando la quema de decenas de hectáreas”.
Uno de los días más agitados para el personal de las cuatro compañías del Cuerpo de Bomberos fue el miércoles 28 de diciembre del 2022. Ellos atendieron cinco incendios forestales en diversas partes de la ciudad. Ese día se quemaron un total de 15 hectáreas.
Sisalema asegura que es preocupante la situación, por lo que se iniciará una investigación para determinar el por qué se están produciendo los incendios. Con los resultados se aplicarán, en los próximos meses, estrategias que buscarán reducir el número de quemas forestales y sancionar de acuerdo a la ley a los infractores.
En Latacunga se incrementaron las quemas en 2022
En Latacunga, en el 2020 se quemaron alrededor de 856 hectáreas de pajonales, arbustos y bosques nativos. En el 2021, bajaron a 94 quemas y en el 2022 aumentaron 232, es decir, se incrementó en más del 200%.
Según el departamento de Comunicación del Cuerpo de Bomberos, en el 2020 fue el año que más incendios forestales sucedieron pese al confinamiento de la pandemia por el covid-19. Ellos también iniciaron campañas de concienciación en los barrios y comunidades campesinas e indígena para bajar los índices de quemas forestales.
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