Ibarra celebró ayer sus 404 años de fundación en medio de críticas y aplausos a la gestión de sus autoridades.
A las 09:00 comenzó el desfile. Bandas de guerra, bastoneras, abanderados y representantes de instituciones públicas y privadas desfilaron por las principales calles de la ciudad, rindiendo homenaje a la capital imbabureña. Cientos de personas se colocaron en las aceras para observar el desfile, que duró dos horas y media.“Las autoridades del Gobierno central no dan importancia a Imbabura, como antes”. Así comentaba el ibarreño Jacinto Salas, recordando otros años en las que era común la presencia del Presidente de la República o de sus ministros. Pero esta vez las invitaciones que realizó el alcalde Jorge Martínez no tuvieron respuesta.
Luego, las autoridades se reunieron en el teatro Gran Colombia, en donde se realizó la sesión solemne. En el acto se condecoró al padre Jorge Ugalde Paladines. Él se hizo acreedor a la mención Cristóbal de Troya, como un reconocimiento a su labor educativa.
Además, Luis Andrade, ex alcalde, escritor y presidente de la Corte de Justicia de Imbabura, recibió la condecoración Miguel de Ibarra. Estas son las máximas preseas que entrega el Cabildo a los ibarreños destacados. Ellos agradecieron el reconocimiento.
A propósito de otro aniversario de fundación, ¿cómo ven los ibarreños el desarrollo de la ciudad? Rafael Vaca, ex concejal, recuerda que hace 50 años Ibarra era una ciudad acogedora, tranquila y familiar. “Nadie cerraba las puertas de su casa. Había mucha paz. Ahora vivimos en casas que parecen cárceles, amuralladas, con puertas y ventanas de hierro”.
Vaca se refiere a los problemas de inseguridad de la ‘Ciudad Blanca’. Según informes de la Policía, el delito más común es el robo a domicilio. Se produjeron 236 en lo que va del año. La cifra, sin embargo, no ha superado los 386 del 2009. “Añoro cuando salíamos a las 23:00 ó 24:00. Era una ciudad muy tranquila”.
Santiago Garrido, presidente de las juntas parroquiales rurales de Imbabura, dice que para combatir la inseguridad que aqueja al mercado Amazonas “deberían trabajar la Policía y los comerciantes”. Sobre el turismo, Garrido refiere que las autoridades municipales y provinciales deben explotar los atractivos de las parroquias rurales. “En San Antonio de Ibarra, por ejemplo, hay artesanías’ Este lugar pudiera convertirse en una carta de presentación de la ciudad”.
El Alcalde de Ibarra expresa que el desarrollo de una ciudad comienza con la solución de los problemas básicos; infraestructura, movilidad, transporte y otros. “Esta es una ciudad que intenta encontrar su destino”.