En 2017, en Zaruma, al sur de Ecuador, la Escuela La Inmaculada Fe y Alegría se derrumbó y dejó un enorme agujero. “Se está derrumbando ante nuestros ojos”, dijo Mariuxi Cango, la directora de la escuela.
Zaruma ha sido una zona productora de oro desde la época prehispánica. Pero en los últimos años, el agotamiento de los depósitos más accesibles ha llevado a los mineros legales e ilegales a abrir túneles aún más riesgosos, que ponen a toda la ciudad en peligro de derrumbe.
En esta búsqueda autodestructiva de oro, encontré en el territorio de Zaruma un reflejo de mi propio estado de ánimo en ese momento. El pueblo parecía una metáfora de mí misma, de lo que me sucedía.
Entendí toda la devastación de este territorio no solo como mi propia devastación, sino como la de un mundo.
Este ensanchamiento de enfoque también reveló a la gente del territorio y sus diversas posturas, sus vidas vividas en la propia roca, desde los que minan en sus propias casas hasta el grupo que fue a protestar en Quito y obtuvo una audiencia con el Presidente para presionar para el fin inmediato de toda la minería en la zona.
Zaruma y yo entramos y salimos la una de la otra. No se puede separar ficción de realidad; este siempre ha sido un tema fundamental en mi trabajo. El territorio es a la vez un sueño y una entidad ecológica-económica-política real. Las rocas son como personas y las personas son rocas; yo soy yo pero también este territorio. Y sé que yo, nosotros, necesitamos detener la excavación.
A medida que visitaba Zaruma, en mis viajes en bus, veía la hidroeléctrica, las montañas, y lo que se me presentaba por la ventana, mientras me encontraba con los textos de pensadoras como Sandra Myrna Díaz, Vandana Shiva, etc., que conectaban el capitalismo y el patriarcado con el colapso ambiental.
Apuntan a una sociedad frenética que está socavando la posibilidad misma de vida en la tierra, al mismo tiempo que socava la psique de cada uno de nosotros.
La poeta chilena María Basura pinta gráficamente esta destrucción: “I’m so sorry Tío Sam, jamás he pretendido sublevarme, aunque tenga todo lo necesario ¡no me levantaré! Porque tengo las piernas en guerra y ya no soy capaz de mantener el equilibrio… Because you give infinite pleasure… oh , I really, really love you Uncle Sam. Te amo al punto de venderlo todo, de regalarlo todo.
“Tómame, ten, aquí tienes mis Amazonas, mis bosques, mi Ártico, mis mares. Quiero sentir tu peso en mi tierra, escupe y acábame en la cultura, golpea y maltrata mis orígenes hasta quitarme toda animalidad. Penétrame y sácame cobre, oro, salitre , plata ahh… déjame seca que todo esto que ves te pertenece.
“(…) Pon tus hidro y termoeléctricas en mi boca, deforesta mis bosques y deja ahí una mina a tajo abierto, pero bien abierto, para que puedas entrar y salir las veces que quieras.”
En todo mi trabajo fotográfico reivindico el espacio que puede abrir múltiples capas de lectura, que pueden hablar tanto de nuestros sentimientos más íntimos como de verdades globales, difuminando o haciendo irrelevante la línea entre lo que literal-ilustrativo y lo ambiguo, que abre paso a la imaginación.
Este proyecto sigue en desarrollo. Actualmente estoy produciendo más imágenes y desarrollando la maqueta del fotolibro.
El año pasado, 2021, recibí la invitación de Santiago Jaramillo-Escobar, fundador de la editorial colombiana Raya, para ser parte de la Colección AñZ, fotografía expandida de Latinoamérica, como autora con la letra C, con el proyecto ‘Depresión en Zaruma’.
Biofotógrafa
Fabiola Cedillo Crespo
Nació y vive en Cuenca, Ecuador. Fabiola Cedillo es fotógrafa y educadora. Su práctica artística está comprometida con seguir desde la imagen los movimientos de adaptación y resistencia del ser humano frente a los roles sociales, el deseo, la frustración y la idealización. Parte de su trabajo se centra en la desestigmatización de cuerpos y vidas marginadas por no ser normativas.
En 2017 crea AULA / escuela de fotografía en Ecuador, y desde 2020 en América Latina. Actualmente está enfocada en la educación visual a través del desarrollo de proyectos fotográficos y fotolibros, además de crear programas específicos para diversidades étnicas, migrantes y personas trans y/o no binarias. Junto a colaboradores, crean laboratorios para trabajar cuerpo e imagen con personas con problemas físicos y mentales. Es fundadora del festival de fotografía de Cuenca f+1.
Fabiola es miembro de los colectivos DINA, FotoFéminas, The Journal Collective. Su trabajo se ha expuesto en América, Europa, África y Asia. Ha sido invitada como panelista y conferencista a diferentes encuentros y festivales de fotografía.