La embarcación empezó a surcar el lago San Pablo, en Otavalo (Imbabura). Este navío, con capacidad para 200 personas, es uno de los nuevos atractivos en este complejo lacustre.
Este barco, de dos cascos unidos, fue echado al agua en el muelle flotante de Cachiviro, en la parroquia San Rafael de la Laguna, el 24 de noviembre pasado.
Según José Espinosa, dirigente de la Asociación Rey Mola Cocha, este es un gran paso para fomentar el arribo de más visitantes que llegan atraídos por los encantos naturales y las tradiciones de la zona.
La organización comunitaria incursionó en el 2017 en servicios turísticos que incluyen paseos en lanchas, gastronomía y artesanías que elaboran comuneros del sector. La actividad náutica la empezaron con dos barcas pequeñas.
La nueva nave fue construida por artesanos de la provincia de Santa Elena. El obrero Yamil Bazan explicó que este navío está hecho casi en su totalidad con fibra de vidrio, mientras que algunas partes como pasamos y ventanas son de madera.
Productores de Cachiviro, en cambio, se encargaron de tejer fibras de totoras para revestir los lados de los cascos.
Las piezas del catamarán fueron elaboradas en la península y luego trasladadas en un camión hasta la localidad otavaleña, en donde se hizo el ensamblado. Todo este proceso llevó dos meses de trabajo.
Están equipados con dos motores ecológicos que tienen un mando principal con dirección hidráulica.
Bazan contó que la primera prueba de cabotaje la hicieron con una tripulación de 50 personas, luego fueron 120 y finalmente 150. El próximo 11 diciembre se realizará un acto especial para inaugurar la embarcación. El paseo tiene una duración entre 30 y 40 minutos y tiene un costo de USD 3.
En esta parroquia han surgido varios emprendimientos de turismo comunitario. En la vecina comunidad de Huaycopungo igualmente se brinda paseos en el lago, pero en una barcaza de totora que tiene en su proa una imitación de una cabeza de puma. La embarcación parte desde el muelle Kuchapunku o Puerta del Lago.
Alberto Cachimuel, presidente de la Junta Parroquial de San Rafael, explicó que los comuneros han ido mejorando paulatinamente el tipo de embarcaciones enfocadas a la actividad turística, en todos los muelles empezaron con lanchas pequeñas.
Como actividades complementarias, en la comunidad de Cuatro Esquinas, en cambio, se abrió recientemente el mirador de Rumi Loma que ofrece una vista privilegiada del lago San Pablo y del volcán Imbabura. Mientras que, en San Miguel Bajo cuenta con un bosque y el muelle de Puerto Alegre.
En estas parcialidades de la zona baja de San Rafael de Laguna están enlazadas al proyecto Eco Ñan, que fomenta una ruta de ciclismo.