Un puente pasarela en ruinas y una gabarra que es un atractivo turístico son los vestigios que guarda Paquisha del conflicto bélico de 1981, entre Ecuador y Perú.
Las inmediaciones del puente fueron el escenario donde el miércoles pasado 400 mineros se enfrentaron a 1 200 policías y militares cuando ingresaban a desalojar el área minera Conguime.La estructura se usaba para atravesar el río Nangaritza, al ingreso del pueblo. Por allí cruzaron las familias que llegaron desde otros cantones de Zamora Chinchipe y de Loja. Segundo Calva tiene 65 años y fue uno de los primeros pobladores. Junto con su hermano, Drausin llegó hace 35 años.
Caminaron dos días desde Nambija abriendo camino con machete. No había vías, solo selva. “Fuimos en busca de terrenos baldíos. Encontramos colonos shuar y una choza de paja de propiedad de Ángel Camacho (mestizo)”.
Cada uno obtuvo 80 hectáreas. Según Calva, con los shuar crearon el primer comité pro mejoras de Chinguita y construyeron una trocha que fue la primera vía de comunicación con Zumbi.
Chinguita fue el nombre inicial. Luego se llamó Paquisha por el destacamento militar que se denominaba así y que era un referente geográfico. Hace 35 años había 12 personas y las casas tenían techos de paja y paredes de caña guadúa.
Ahora, las 300 viviendas son de hormigón o madera y techos de teja o zinc. Algunas de dos plantas y con terrazas. El cultivo del maíz fue la actividad inicial de los colonos. Después optaron por el plátano y la yuca, que también cultivaban los shuar.
Esa producción agrícola se destinaba a la subsistencia y el excedente salía a lomo de mula hasta Zumbi. Allí compraban víveres, recuerda Calva. En 1981 llegaron los militares y la vía de ingreso desde Zumbi no estaba concluida. Ya vivían unas 450 personas que pedían la parroquialización.
La presencia militar preocupó a los vecinos. Crearon grupos de defensa militar en Paquisha, Santa Cecilia, Santa Rosa y Nuevo Quito. Walter Jima llevaba cinco años de haber cumplido el servicio militar y permaneció tres meses en custodia de la gabarra y los equipos militares.
“Nos armamos con machetes y escopetas”, recuerda. Cuando terminó la guerra el pueblo tomó un giro. Llegaron visitantes para conocer el escenario del conflicto, al igual que las autoridades.
Los habitantes aprovecharon su presencia, dice Jima. Paquisha fue declarada parroquia de Zumbi, en 1982 y cantón en el 2002.
Se adecuaron comedores y se construyó el Hotel California, el primero del pueblo. Ahora, hay inversiones en 12 tiendas, ocho restaurantes y dos hoteles. El Municipio invirtió en alcantarillado y agua potable, terminal terrestre, carreteras’
La minería también es un motor económico. Calva recuerda que cuando llegó, los shuar ya lavaban oro en el río Nangaritza. Lo hacían con un platón, un lampón y un tarro. Esa actividad se intensificó hace 30 años.
Al menos 300 metros de la ribera del río se saturó de lavadores. Según Calva, desde allí la mayoría de familias se acostumbró a la actividad. La casa de madera y techo de zinc, de Teresa Calva fue construida por la minería.
Tiene 42 años. Su esposo, Patricio Tillaguango, trabajó 15 años como jornalero en Nambija para levantar su casa. “El trabajo en minas es pesado, pero hay que decidirse entre ganar USD 8 al día en la agricultura o 15 en la minería”.
Los ingresos de Jima dependen de la venta de yuca, plátano, leche y queso a los mineros de Conguime. Esta zona está ubicada a unos 30 minutos de Paquisha, que tiene 1 704 habitantes. En Conguime trabajaban diario 1 000 personas de Paquisha y otros cantones de Zamora Chinchipe y Loja.
La semana pasada la zona fue desalojada por orden del Gobierno. Jima vendía desde 6 años y “ahora buscaré otros clientes”. Rosa Lozano vendía ropa a los mineros. “Me deben USD 300 y no sé cómo recuperar el dinero”.
En el área minera solo quedaron los cerros de cascajo que fueron explotados. Los shuar como Rodrigo Sucangá esperan que el Régimen les ofrezca otro trabajo.