El volcán Cotopaxi amaneció despejado este 31 de octubre del 2022 por lo que cámaras de monitoreo captaron una desgasificación leve pero continua en dirección nororiente del coloso.
En el informe del domingo 30 de octubre, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional Mediante detalló que se registraron lluvias ligeras en horas de la noche del sábado.
Además, no se observaron emisiones de gases a nivel del cráter en las últimas 24 horas, como ocurrió la mañana de este 31 de octubre.
El Geofísico señala que en horas de la mañana del domingo el sector del volcán estuvo completamente despejado y no se evidenciaron emisiones. En cuanto al nivel de actividad superficial e interna se mantiene baja.
Vigilancia del volcán
En un informe especial que publicó el Instituto Geofísico (IG) el pasado 28 de octubre, menciona que si bien la actividad superficial que se registró el 21 de octubre es la mayor registrada en los últimos siete años, es muy pequeña en comparación con la de agosto y noviembre de 2015.
“La incertidumbre con respecto a la evolución de esta actividad es muy grande debido a la falta de señales premonitoras claras de estos eventos”, señala la institución.
Por ello destaca la importancia de mantener activo el sistema de vigilancia y continuar con las tareas de prevención y mitigación relacionadas con los escenarios eruptivos del volcán Cotopaxi.
El pasado 23 de octubre, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias cambió a alerta amarilla debido al aumento de la actividad sísmica en el volcán Cotopaxi y la expulsión de gases, vapor de agua y ceniza en una nube que llegó a más de un kilómetro de altura entre el viernes y el sábado.
De acuerdo con el informe del Geofísico, el viernes 21 de octubre del 2022 se registró un tremor que fue el mayor reporte de actividad después del proceso eruptivo del 2015.
Un día después se observó una emisión de gas y vapor de agua que se elevó a 500 metros sobre el nivel del cráter en dirección occidente.
El domingo 23 de octubre, en cambio, se registró una señal de alta frecuencia de pequeña amplitud en las estaciones sísmicas ubicadas en el flanco norte del volcán, relacionada con el descenso de flujos de lodo (lahares secundarios) pequeños.
Ese mismo día, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias del Ecuador declaró la alerta amarilla e indicó que es una oportunidad para actualizar los planes de contingencia.
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