Un tramo de la av. Domingo Comín, en la intersección con la Pío Jaramillo, fue bloqueada por un grupo de cooperativas de taxis que realizan rutas hacia puntos determinados de Guayaquil. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO
El Parque Centenario, en el centro de Guayaquil, es su estación. Desde ahí salen en rutas hacia Durán, ciudadelas de la vía a Daule, la Perimetral, el Guasmo y otras zonas del sur, aunque sin los permisos.
24 agrupaciones de taxistas informales ofrecen este servicio en la ciudad porteña, pero la mañana de este jueves 15 de noviembre del 2018 los conductores cambiaron su rutina y paralizaron sus actividades. Con sus vehículos bloquearon desde las 07:00 las avenidas Domingo Comín, Pío Jaramillo y 25 de Julio, en el sur de la urbe.
“Hemos pedido diálogo con la ATM (Autoridad de Tránsito Municipal), con el Municipio y la Gobernación. Estamos cansados de tener citas en las que hemos expuesto nuestros proyectos, pero no tenemos respuesta”, aseguró Edwin Intriago, uno de los dirigentes.
Los conductores piden la regularización. En promedio, Intriago explica que cada agrupación reúne a 60 unidades que cubren rutas fijas. “Nosotros no andamos recorriendo las calles, como dicen los taxistas amarillos. No les estamos quitando el trabajo”.
Los conductores de los taxis que realizan recorridos en rutas solicitaron a la ATM que los formalice, para mantener el servicio. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO
El tránsito fue caótico en la intersección de las avenidas Domingo Comín y Pío Jaramillo, una zona de conexión con el Puerto Marítimo. Autos, buses del sistema Metrovía, enormes portacontenedores y camiones cargados con material inflamable avanzaron lentamente junto a los manifestantes.
Otros vehículos pesados estuvieron estancados por al menos tres horas en un tramo de la Domingo Comín que conduce al centro de la ciudad.
Los taxistas utilizaron los parabrisas de sus carros para colgar carteles de protesta: ‘tenemos derecho al trabajo’, ‘no más multas elevadas’, ‘tenemos un trabajo digno’. También rechazaron las multas de la ATM. Según indicaron, los autos son retenidos por siete días y el trámite para retirarlos puede superar los USD 800.
“Queremos llegar a un acuerdo. No es justo que tenemos casi diez años trabajando en esto y que ahora nos vengan a quitar las rutas”, reclamó otro conductor, quien prefirió no dar su nombre.
Se refiere al encuentro del miércoles de un grupo de taxistas amarillos en los alrededores del Parque Centenario, donde los informales usualmente hacen estación. La cooperativa reclamaba poder realizar el servicio de ‘taxirruta’.
Una fuerte congestión vehicular del transporte pesado se formó en las avenidas del centro de Guayaquil, por la paralización de los taxis que circulan en determinadas rutas. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO
Antes, el martes 6 de noviembre del 2018, cerca de 7 000 taxistas amarillos paralizaron en varios puntos de Guayaquil. En esa ocasión pidieron la salida de las plataformas digitales que ofrecen similar servicio y más controles a las cooperativas informales.
“Sufrimos una persecución. A las personas que trabajamos nos ponen multas, nos retienen los carros y nos quitan puntos de la licencia (…). Somos cerca de 400 choferes, queremos que nos dejen trabajar”, dijo Fausto Miranda, otro dirigente que se apostó en la avenida 25 de Julio.
Fernando Amador, director de Transporte Público de la ATM, explicó que deben cumplir con los requisitos y trámites para laborar. “Tienen que estar dentro de los cupos que se puedan trabajar, que estén pintados de amarillo, que tengan sus placas color naranja y que consten en un permiso de operación”.
Hasta las 11:00 los manifestantes continuaban en la Domingo Comín. Al sitio llegaron policías y agentes civiles de tránsito.