Entrevista a Manuel Carrasco Vintimilla, historiador cuencano.
¿Cuál es su lectura sobre la gesta de Independencia del 10 de Agosto de 1809?
Esa fecha marcó un hito histórico para nuestro país y Latinoamérica. Es el referente al analizar y estudiar el inicio del proceso de independencia. Quito plantó la semilla del autonomismo, y otros países de América (México, Venezuela, Colombia, Chile’) siguieron el ejemplo. La asonada del 10 de Agosto de 1809 fue un movimiento de esencia político-jurídica emancipadora, más que un ‘primer grito de independencia’.
¿Por qué?
La independencia fue un proceso de largo aliento en Latinoamérica. Cuando los criollos se tomaron el poder político -en ese entonces soberanía popular- no estaba en los planes la separación de España. Las manifestaciones se dirigían a respaldar al entonces monarca español Fernando VII y conseguir el control del poder en Quito y en el resto de la Real Audiencia. 13 años más tarde se cristalizó la independencia del Ecuador con la Batalla de Pichincha (24 de Mayo de 1822).
¿Qué valor real tiene la fecha en la formación de lo que se llama la ecuatorianidad?
Fue el inicio de la toma de conciencia de lo que podríamos llamar una nacionalidad todavía incipiente. Pero seguimos en ese proceso de construcción de nuestra nacionalidad.
¿Cuánta carga de identidad aporta a los ecuatorianos la recordación de esta fecha?
El 10 de Agosto del 1809 fue el punto de partida de la gestación de la identidad del país porque abrió el camino para frenar el coloniaje español, derrocar al poder español y avanzar hacia la independencia. Por esa lucha de los quiteños la capital alcanzó el título de ‘Quito, Luz de América’. Pero un alto porcentaje de ecuatorianos no tiene idea -no solo de esta fecha- sino del resto de fechas cívicas que marcaron la historia del Ecuador. El 90% de la población no tiene conciencia histórica.
¿En el país se desconoce la historia y hace falta profundizar sus fechas cívicas?
Un país que no conoce su historia está condenado a repetirla, y eso hacemos los ecuatorianos. Hemos elegido a Velasco Ibarra cinco veces ¿y al presidente (Rafael) Correa cuántas reelecciones le daremos? No recordamos los hechos. En la esfera política siempre estamos buscando a los mismos líderes o personas de los caducos partidos políticos, sin recordar lo que nos hicieron en el trascurrir de los años.
¿Tampoco hemos creado un vínculo con ese pasado?
Correcto. Por esa falta de vinculación con el pasado, la mayoría no comprende el presente ni reflexiona sobre el futuro. Podríamos hacer una encuesta solo sobre fechas -no en interpretación- y estoy seguro que perdemos en un 90%. Al momento lo único que nos une a los ecuatorianos es el fútbol y no tenemos otro hito de identidad. Sin la Tricolor, -en época de Eliminatorias o del Mundial- no nos identificamos en ninguna parte, porque no hay ese sentimiento de nacionalidad.
¿Qué hace falta para que el ciudadano ecuatoriano se apropie de lo suyo?
Formación. Otros países buscan el desarrollo cultural, el mejoramiento de la educación y se ponen metas a cumplir. Pero acá andamos divagando. Hace falta también interpretar los hechos con sutileza, de acuerdo con las nuevas metodologías. Mejorar el sistema educativo a través de un proyecto sostenido a largo plazo. Mejorar la universidad y desde allí bajar al resto de la educación, no al contrario como se cree.
¿Por qué al 10 de Agosto de 1809 se le ha dado un perfil político militar, cuando debería tener un perfil ciudadano, porque fueron ellos los que hicieron esa gesta?
Sí, en el 10 de Agosto de 1809 hubo escasa intervención militar, solo Juan de Salinas, a quien acudieron los criollos para tener el respaldo. No fue un movimiento de burgueses sino del pueblo soberano, de políticos. En nuestra historia el poder político está vinculado a lo militar, ha habido una especie de maridaje. Por ejemplo, el ex presidente (Lucio) Gutiérrez dice que a él lo cogieron los militares y que lo pusieron en el helicóptero, mandado por los políticos’ Todos los movimientos políticos han estado sancionados o respaldados por militares, directa u ocultamente.
¿Cómo se debería celebrar este 10 de Agosto?
Con niveles de reflexión. Las universidades y centros académicos deben profundizar los debates, que no queden en la academia, en las facultades, sino salir y transmitir al resto como se escribió la historia del Ecuador. Nos falta investigar, revisar y reflexionar para no repetir las cosas. En las escuelas y en los colegios esta fecha cívica debería llamar al debate. Trabajar sobre periódicos murales, que últimamente se está perdiendo en los planteles.
Quienes están en el poder, utilizan esta fecha para presentar su informe de labores. ¿Eso es válido?
Eso no ayuda en nada a recrear nuestra historia. Son acciones personales vistas desde un sentido de un deber cívico y democrático con el pueblo. Deberían utilizar esta fecha para analizar cuánto hemos ganado con las gestas cívicas, los cambios que han marcado a las ciudades, regiones o el país y la presencia de las mujeres en las luchas históricas’