Jorge Vélez, jefe del área crítica del Hospital Pablo A. Suárez, el primer vacunado. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Cuando la emergencióloga Estefy Reinthaler salió de su casa, su pequeña hija le deseó suerte, le lanzó un beso y le regaló un caramelo. “Mami, que te vaya bien en la vacunación”, le dijo la niña. La galena fue parte del primer grupo que recibió ayer 21 de enero del 2021 la dosis contra covid-19, en el Hospital Pablo Arturo Suárez (HPAS), de Quito.
En esta unidad, inicialmente se vacunará a 138 médicos, enfermeras, camilleros y otro personal. Pero en las siguientes semanas se alcanzará la totalidad: 800.
Además, las vacunas se aplicaron en otros cinco sanatorios de la red pública, del Seguro Social y privados: Eugenio Espejo y Carlos Andrade Marín, 194 fórmulas cada uno; Solca y Hospital de la Policía, 60; y Hospital Militar, 36.
En total fueron 700 de 8 000 vacunas de la farmacéutica Pfizer, que llegaron el miércoles anterior al país.
Luego de 21 días, los profesionales deberán recibir la segunda dosis, con lo que se espera alcanzar más del 90% de efectividad, según la farmacéutica. René Enríquez, coordinador Zonal, garantizó que en tres semanas se podrá completar el esquema.
Katherine Simbaña, investigadora de One Health Research Group, de la UDLA, recuerda que con una sola dosis se llegaría hasta a un 55%. El ministro Juan Carlos Zevallos dijo que hasta 62%.
Sobre la efectividad de su vacuna, Pfizer ha informado que se llega a un 52% tras la primera dosis y más de un 90%, con la segunda, según publicó BBC Mundo, ayer 21.
Más del 90% de inmunidad se logra 14 días después de la colocación de la segunda fórmula, aclara Pedro Molina, director médico del HPAS. “Aún no hay datos exactos sobre el tiempo que duran las defensas”.
La vacunación -menciona- es un insumo para terminar con la pandemia del covid-19. Pero los cuidados del personal deben seguir, es decir, el uso correcto de mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento, especialmente, en este periodo de espera.
En la fase piloto, hasta marzo, se planifica aplicar 86 000 dosis; es decir, 43 000 funcionarios sanitarios, residentes y cuidadores de los centros geriátricos las recibirán. Se incluyen las 8 000 de esta primera semana.
Pero el plan se extenderá por un plazo de nueve meses: hasta octubre o noviembre de este año. En ese lapso, el Gobierno pretende culminar con la vacunación de nueve millones de habitantes (18 millones de dosis). Es decir, el 52% de la población. Aunque poco se conoce sobre cómo se desarrollará la inmunización masiva.
El epidemiólogo Daniel Simancas, de la UTE, entre otros, cuestiona estos plazos y el reducido número de fórmulas que arribó.
“La cantidad (8 000) es ínfima para el total de profesionales de la salud: 110 000 en la red pública y privada”.
También recordó que si se suministra “con cuentagotas”, recién a fin de año se pudiera tener inmunidad de rebaño. A esto se suma que el virus sigue mutando, con variedades más contagiosas, como la londinense. “La vacunación debe ser masiva, para sentir el impacto en la salud pública”.
Jorge Vélez, intensivista y jefe del área crítica del HPAS, coincide en la importancia de vacunar a todos. Él fue el primer médico inmunizado en ese hospital. Labora cerca de 18 años como médico, 15 en terapia intensiva.
Ha vivido situaciones complejas. La más difícil ha sido ver cómo sus compañeros se enfermaron gravemente. Por ello admitió: “me siento incompleto porque quiero que todas las personas que trabajan a mi lado estén vacunadas”.
La emergencióloga Reinthaler, y madre de dos niños, opina parecido. “Hemos perdido familias enteras. Fue desolador, pero las fórmulas son el inicio del fin de la emergencia sanitaria”.
En Guayaquil también se colocaron las dosis a los trabajadores de los hospitales General Guasmo Sur, de la Policía y otros. El portovejense Julio Velásquez, de 34 años, fue el primero en recibirla en el Guasmo. “Hay esperanza”, dijo el emergenciólogo. Hoy se espera la inmunización en Cuenca. La ciudad también está dentro del primer listado.
El Ministerio no ha publicado el cronograma de llegada de las fórmulas, de enero a noviembre. Las negociaciones, dice, son reservadas.