Hoy 14 de junio, en Santa Cruz (Bolivia), se reúnen los mandatarios o sus delegados de los 133 países que conforman el Grupo de los 77 + China. Hasta allí viaja esta madrugada el presidente Rafael Correa. Regresará esta misma noche.
El G 77 nació el 15 de junio hace 50 años. Fue una iniciativa de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en Ginebra.
Su nombre se debe a los 77 países que lo integraron inicialmente. Pero el nombre no sufrió modificaciones con la incorporación de otros 56 países, salvo la de China, en 1991, que se lo añadió como un aparte. El objetivo fue crear lazos entre los países en vía de desarrollo que querían que sus aspiraciones y sus demandas fueran tomados en cuenta. Pensaron que con este bloque se hacía posible llevar adelante negociaciones sin las relaciones desiguales que tenían frente a los países desarrollados.
Bolivia fue nombrado por unanimidad en noviembre del año pasado para presidirlo este año. Y el contexto en el que se realiza no es menor: el G77 fue muy importante en la Conferencia Río+20, en el 2012, sobre los cambios climáticos.
Los acuerdos sobre el derecho humano al agua, derechos de la madre tierra y el énfasis en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas nacieron de este grupo de países, que alberga el 60% de la población mundial.
Para el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la cita de hoy incluye tres aspectos importantes: aceleración de esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuyo cumplimiento se evaluará en 2015; acuerdo global sobre cambio climático, y una agenda de desarrollo sostenible post 2015.
“En estos tres puntos, necesito el fuerte liderazgo del presidente Evo Morales”, sostuvo Ban Ki-moon, a su llegada a Santa Cruz de la Sierra. Agregó que es necesaria una “fuerte asociación” entre ese grupo y el resto de los países miembros de las Naciones Unidas, pues a su juicio, “trabajando juntos, en la misma dirección, todos podremos conocer el buen vivir”.
Correa no estará en la sesión plenaria de mañana. Sin embargo, insistió en que es necesario una acción colectiva global para enfrentar “al imperio del capital”. México es el único país latinoamericano que no integra este bloque sur.