El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propondrá fuertes recortes al programa de sanidad pública del Medicaid, así como otros programas de ayuda a los más pobres en el país, informó hoy (22 de mayo de 2017) en su edición impresa el diario The Washington Post.
La Casa Blanca espera presentar el martes 23 de mayo una propuesta presupuestaria que incluiría recortes de USD 800 000 millones al Medicaid durante un período de 10 años, algo que podría privar de cobertura sanitaria mínima a unos 10 millones de personas de bajos ingresos, según la Oficina Presupuestaria del Congreso.
Asimismo, la Casa Blanca espera dar más competencia a los estados para que definan los estándares que aplican a los beneficiarios del Medicaid, como los requisitos para los que reciben cobertura deban trabajar un mínimo de horas o busquen empleo activamente.
La Casa Blanca podría proponer cambios al programa de alimentos para familias de bajos ingresos conocido como SNAP, del que se beneficiaron 44 millones de personas en 2016.
En general, Trump buscará reducir los beneficios sociales para los más pobres bajo la premisa de que crecieron durante la crisis financiera de 2008 y 2009 y deben volver a tener un menor peso, incentivando así la vuelta al mercado laboral.
No obstante, algunos republicanos en el Senado, más expuestos al voto moderado, se oponen a un recorte tan drástico en los beneficios médicos y sociales para una parte significativa de la población: más de 74 millones de personas dependen del Medicaid, uno de cada cinco estadounidenses.
Pese a que prometió no recortar los programas de Medicaid y Medicare (para pensionistas) durante la campaña, Trump ha apoyado también un reemplazo para la reforma sanitaria de su predecesor, conocida como Obamacare, que reduce los fondos para financiar esos programas públicos y dejar a 24 millones de personas sin cobertura.
Este miércoles 24 de mayo se espera que la Oficina Presupuestaria del Congreso emita una nueva estimación sobre las coberturas sanitarias bajo los planes sanitarios de la Casa Blanca y la Cámara de Representantes, que a principios de mes aprobó un proyecto de ley de reforma sanitaria.