Moradores de San Nicolás piden ayuda a las autoridades

Moradores de los sectores afectados, con la colaboración de las organizaciones municipales, funcionarios y personal militar retiran lodo y escombros de las vías. Foto: Twitter

Dos días después del desbordamiento del río San Nicolás, en el cantón Rumiñahui, al este de Quito, las familias afectadas en la zona aún piden ayuda a las autoridades y a la comunidad.  

Desde tempranas horas de la mañana, Oswaldo Espinosa, uno de los moradores del barrio San Nicolás, junto a su familia y vecinos se dedicaron a limpiar y recuperar algunos de los enseres que pudieron rescatar de su casa luego de la crecida del río. 

En la parte trasera de la vivienda se acumuló lodo, escombros y basura que trajo el agua la noche del jueves. Todo esto ocurrió cuando recién se recuperaban de la afectación que sufrieron la semana anterior por la misma causa.  

Este hombre comenta que el desbordamiento del río “es un cuento de nunca acabar”, pues no es la primera vez que les ocurre, por lo que piden una pronta respuesta de las autoridades. Dice que la obra para reencausar el río no fue suficiente, pues el agua aún se desborda y ocasiona destrozos en cada invierno.  

Al interior de la vivienda, un grupo de mujeres lavaban con baldes de agua los utensilios y víveres que pudieron recuperar. También colocaban junto a las paredes las tablas y palos más grandes para que sea más fácil sacar el lodo del interior de la vivienda con palas. El agua subió alrededor de un metro en las viviendas, en las paredes aún quedan las marcas.  

Más adelante, en patio trasero de la casa de Rosa Zúñiga, una de las moradoras más antiguas del barrio, el agua y la tierra se acumuló desde la semana pasada y aún no han podido sacarla. Su patio tiene salida directa hacia el río, por lo que la tierra se acumuló en el primer piso cerca de un metro. En esa parte cuatro viviendas resultaron afectadas.  

Ella solicita a las autoridades ayuda para poder limpiar esa zona, pues sus condiciones económicas no le permiten pagar trabajadores para las tareas de remoción de escombros.  

Mientras tanto, las autoridades municipales indican que en la zona con ayuda de maquinaria de las empresas municipales y de los mismos moradores, ya se logró mitigar algunos daños. Wilfrido Carrera, alcalde del cantón Rumiñahui, sostiene que la causa del desbordamiento del río fue una lluvia inusual en la zona.  

Esta mañana explicó que los técnicos se encuentran trabajando para analizar los daños y solventar el represamiento del agua que aún existe en algunas zonas.  

En San Nicolás, hay 28 personas afectadas y, a decir de las autoridades, todas han recibido atención por parte de las entidades municipales. Este sábado las empresas municipales se dedicaron a la limpieza de las vías y a la restitución del servicio paulatino de agua potable en las zonas afectadas. 

Personas en condición de calle fueron reubicadas

En la misma zona de San Nicolás se encontraba uno de los albergues de la Misión Social Rumiñahui que acogía a nueve personas en condiciones de vulnerabilidad. Ese espacio se vio afectado desde la crecida del río que ocurrió el pasado 11 de febrero. En esa ocasión el muro de contención ya quedó inestable, pero no hubo ingreso de agua a las instalaciones.  

Sin embargo, este jueves, los habitantes de esa casa de acogida no tuvieron la misma suerte. El agua se llevó el muro de contención, destrozó la garita del guardia e ingresó a los dormitorios, y la cocina de esa entidad.  

Los habitantes de la casa tuvieron que ser trasladados al Centro de Capacitación La Tolita, donde permanecerán hasta que las autoridades definan a dónde se les puede derivar. Allí recibieron atención médica, comida y medicina.  

Liliana Sánchez, presidenta de Misión Social Rumiñahui, señala que aún no se ha podido cuantificar los daños materiales, sino hasta el lunes cuando se termine de limpiar la zona.   

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