Redacción Ecuador
Cuando aún no terminaban de pasar los efectos de la inundación de hace 12 días, la parroquia Ricaurte, en Urdaneta (Los Ríos), está otra vez bajo el agua.
El sistema de alcantarillado no soportó la creciente del río Catarama. En varios puntos de la localidad, la presión levantó las tapas de las alcantarillas.
Desde el ingreso a Ricaurte se observan los efectos de la inundación. En la avenida Pinargote, a la entrada, César Chica y su familia miran preocupados cómo creció el nivel del agua, cerca de las 13:00 de hoy.
“Siempre nos hemos llenado de agua. En 2008, tuvimos que abandonar las casas. Me preocupa, porque en marzo el invierno es más fuerte”, dice Chica.
Él sabe que el sistema de alcantarillado es malo. Por ello, decidió elevar su casa.
En los sitios más bajos de la ciudad, los vecinos colocaron cañas y madera para impedir que los carros circulen. El fin es evitar que se produzcan olas y el agua ingrese a las viviendas. El malecón, en el barrio Las Palmeras, también está inundado.
Eufemia Montes vive en ese barrio, creado hace siete años por una invasión a terrenos de la Agencia de Garantía de Depósitos. Ella asegura que el agua se estancó desde hace dos semanas. Recuerda que el río comenzó a crecer el martes, desde las 14:30. Ayer casi toda la parroquia (un 80%) estaba inundada.
Otras vecinas explican que el río Catarama no se ha desbordado, pero sí afecta la filtración de agua a través de un muro de gaviones construido el año pasado.
“El problema es que el Municipio de Urdaneta no hace obras, porque dice que los terrenos no son legalizados”, según Montes.
En Las Palmeras viven 400 personas de 80 familias. Allí, la semana pasada se reforzó el muro con sacos llenos con arena, para evitar que el afluente se desborde.
Carlos Zamora, en el barrio las Tecas, dice que se debe dragar de urgencia el río. Eso, para evitar la inundación de la zona.
En el barrio del Norte, en la calle Ernesto Casal, ayer había un chorro de agua que anegó las calles. Las casas que están en la zona alta no se inundaron.
Carlos Barcos recordó que en 2008 el agua sobrepasó el puente y la única forma de movilizarse en la ciudad era en canoa. “En esta ocasión, el nivel del río bajó 3 metros, pero de pronto creció”.
Él pide acciones urgentes, por parte del Municipio y del Gobierno, principalmente, para fumigar y dar atención médica.
En varios cantones fluminenses se reportaron fuertes aguaceros, con descargas eléctricas, en los últimos dos días. El temor es que el caudal de los ríos está creciendo.