El desarrollo del bloque ITT se inició en el 2016. Actualmente, se cuenta con 159 pozos. Foto: Archivo EL COMERCIO
El desarrollo del campo petrolero Ishpingo, el último del bloque 43-ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini), se encuentra suspendido desde julio pasado. Esto ha provocado que se difiera, por tercera ocasión, la fecha para extraer el hidrocarburo de esta área.
Actualmente, el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables estima que se podrá iniciar la producción de Ishpingo en agosto del 2021. Al inicio de este Gobierno se esperaba obtener el hidrocarburo de esta área a fines del 2019, pero por la demora en la emisión de las licencias ambientales se aplazó para octubre del presente año.
Este aplazamiento implicará que la producción petrolera de este bloque no se incremente como estaba planificado.
Por lo tanto, se contará con una menor oferta de crudo ecuatoriano para exportar y, por tanto, se reducirán los ingresos fiscales, explicó Fernando Reyes, vicepresidente del Colegio de Ingenieros de Minas, Petróleo y Ambiente de la zona norte del Ecuador.
Con el inicio de la producción en Ishpingo, el Estado esperaba contar con alrededor de 11 000 barriles de petróleo por día (bpd) adicionales. Este crudo debía incorporarse a lo que ya produce el bloque 43-ITT, mediante la explotación de Tambococha y Tiputini.
Para obtener estos recursos en este 2020, la petrolera estatal Petroamazonas empezó a construir la vía de acceso, el oleoducto y otras facilidades, en febrero pasado. Con estas intervenciones, se buscaba conectar a Tambococha con las plataformas de producción de crudo A y B de Ishpingo.
Las plataformas A y B se encuentran dentro del Parque Nacional Yasuní, que es considerada una zona megadiversa, pero están fuera del área de amortiguamiento, que es una franja de territorio que protege a la zona intangible. En esta última habitan pueblos en aislamiento voluntario. Por esto, allí se encuentra prohibida la actividad petrolera.
Sin embargo, el plan de desarrollo de Ishpingo cambió en julio pasado. Una alta fuente del Gobierno mencionó que los trabajos en este campo se encuentran suspendidos por la falta de recursos económicos para realizar esta inversión. Para el desarrollo de esta área se requerían alrededor de USD 50 millones. Pero el presupuesto de Petroamazonas, que está a cargo del ITT, se redujo en USD 600 millones, pasando de 3 200 millones a 2 600 millones.
Otros factores que han limitado la continuidad de las intervenciones en Ishpingo han sido la pandemia por el covid-19, que se inició en marzo pasado, y la rotura de la tubería del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano y del Oleoducto de Crudos Pesados -que hundió la producción petrolera en abril último-, mencionó el Ministerio de Energía.
Un técnico, vinculado al desarrollo de Ishpingo, comentó que los contratos para construir las facilidades en este campo fueron suspendidos por los contagios de coronavirus que se registraron en la zona. Desde entonces, Petroamazonas no ha anunciado cuándo se retomarán estos trabajos.
La construcción del acceso a Ishpingo, que se encuentra en medio de la selva, tenía un avance de alrededor del 60% hasta julio pasado. Esta infraestructura, cuyo ancho promedio es de 4 metros, es fundamental para trazar la ruta hacia los sitios donde se construirán las plataformas de producción de hidrocarburo.
Una vez que se cuente con esas facilidades, podrán ingresar enormes taladros para extraer el crudo.
Desde que se inició el desarrollo del ITT, en marzo del 2016, la producción acumulada de este bloque suma 82,2 millones de barriles de crudo. Actualmente, de esta área petrolera se bombean 59 708 barriles al día, según el reporte de producción del 13 de noviembre pasado de Petroamazonas.
El ITT es por ahora el cuarto bloque que más aporta con hidrocarburo a la producción estatal. En primer lugar se encuentra Auca.
Para explotar el petróleo en el ITT, hasta ahora se han perforado 159 pozos. Durante este año se han abierto cuatro. Con esto, Petroamazonas espera cerrar el 2020 con una producción promedio de 57 000 bpd. Esta es una cifra menor a la que tenía proyectada a inicios de año (67 000 bpd).
Miguel Robalino, analista petrolero, mencionó que esta reducción en el bombeo de crudo en el ITT se explica porque no se ha cumplido con el plan de inversiones.
Según el diseño inicial, se esperaba extraer crudo de 10 plataformas de Ishpingo, pero como ocho de estas se encontraban en la zona de amortiguamiento, el actual Gobierno decidió eliminar tres del extremo sur para estar más distantes del área intangible y así evitar problemas sociales. Además, se gestionaron los permisos solo para dos plataformas.
Las licencias ambientales para la explotación de Ishpingo, que es considerado el campo más productivo del ITT, se obtuvieron en el 2019.
En el aprovechamiento del bloque 43, según la opinión de Robalino, ha influido que estos campos tienen una alta presencia de agua. En promedio, de todo el fluido que se extrae un 89% es agua y el resto es crudo pesado.