La asambleísta Lourdes Tibán (Pachakutik) denunció ser víctima de una agresión física este 23 de septiembre. La funcionaria dijo ser golpeada antes de ingresar a su oficina que se encuentra en el edificio Alameda Dos, ubicado en la avenida 10 de Agosto y Carlos Ibarra.
Luego de este incidente, la funcionaria acudió a poner la denuncia en la Fiscalía de Pichincha. Esta es la tercera vez que lo hace desde el 2009 por agresiones físicas. En las ocasiones anteriores (2009 y 2011) no ha tenido resultados.
Luego fue al Centro Tres Manuelas, en las calles Loja y Venezuela, para solicitar los videos que registraron la agresión. En este sitio relató lo que sucedió:
“La mañana de este miércoles hice lo que hago todos los días. Fui a dejarles a mis hijos en la escuela, luego tuve unas entrevistas. Estaba sola, no tengo escoltas; a veces mi marido me acompaña, pero hoy él tenía una audiencia en Ambato.
A las 09:00 tenía una reunión en la Conaie. Me fui a ver mi computadora que estaba en la oficina en el edificio de la Alameda Dos. Me estacioné en la calle Carlos Ibarra y le llamé a Jorge Herrera, presidente de la Conaie. Iba a cruzar la calle. En la esquina había mucha gente; siempre hay gente. De repente, unas personas se me pusieron al frente y me empezaron a insultar: hija de puta, ya sabes lo que te va a pasar, sigue jodiendo.
El primer trompón me cayó en el ojo izquierdo y mis lentes volaron. Se rompieron. Quise recogerlos pero me halaron el cabello, me golpearon en la espalda. Yo abracé mi cartera y me crucé al otro lado de la calle. Ahí se asomó un hombre a insultarme. Pensé que me iba a caer a patadas. Por eso me di la vuelta y dos mujeres me halaron del cabello, me botaron al suelo. Ahí me pegaron. Yo identifiqué tres personas. Cuando me levanté se fueron corriendo por el parque El Ejido.
Nadie me ayudó. Toda la gente se quedo viendo. Un señor se me acercó y me dio una botella con agua. La escolta legislativa no salió. Ellos creo que cuidan el edificio no a los asambleístas.
Inicialmente yo pensé que se trataba de un robo, pero no se llevaron nada. Yo estaba agarrando mi celular. Además por las amenazas que fueron haciendo, sé que son gente del Gobierno.
Yo no tengo enemigos, mi único adversario es Rafael Correa. Pero no voy a cambiar de posición. Yo me siento segura de lo que hago y digo. Hay que tomar conciencia y pensar que así empiezan las dictaduras sin aceptar diferencias.
Esta es la tercera vez que me agreden, yo sé que Galo Chiriboga, fiscal general, no va a hacer nada. El Gobierno ya no sabe que hacer y lo que busca es cómo callar o amedrentar para que la oposición desaparezca. Esta denuncia será una más.
Mi única pena es que le hagan daño a mis hijos. Pero voy a seguir trabajando como asambleísta”.