El procesado Ola Bini (centro) se presentó ayer a la Fiscalía acompañado de sus padres y su abogado. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El sueco informático, Ola Bini, acudió ayer 19 de julio del 2019
a la Fiscalía para cumplir con la orden judicial de presentación periódica. Al salir de esa diligencia, el extranjero dijo que la entidad aún no presenta pruebas en su contra.
Él está procesado supuestamente por vulnerar los sistemas informáticos del país.
Su abogado, Carlos Soria, indicó que en este proceso se han cometido 65 irregularidades. Por ejemplo, señaló que la detención fue ilegal y que inicialmente no le permitieron acceder a un abogado. Tampoco le permitieron tener un traductor y no le leyeron los derechos en su idioma.
Además, no se habría notificado al consulado de su país. Según el jurista, su cliente estuvo “por horas esposado en una patrulla de la Policía, en el aeropuerto de Quito”, el pasado 12 de abril. Luego “lo llevaron a un edificio abandonado para que pase la noche”.
Otra de las supuestas irregularidades habría sido que entraron por la fuerza a su departamento y no le enseñaron una orden de allanamiento.
Bini añadió “que es inocente y pide que este proceso judicial sea archivado”. La defensa del procesado indicó que la investigación pública concluyó y que la Fiscalía busca alargar el proceso al vincular a otra persona. Además pidió que le permitan ver las evidencias, porque su cliente “no sabe de qué defenderse”.
Uno de los indicios en su contra son las 12 visitas que hizo a Julian Assange, mientras estaba asilado en la Embajada de Ecuador en Londres. Otra supuesta evidencia es que Bini coincidió en viajes internacionales con el excanciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
El informático sueco negó haber viajado con el exfuncionario y aseguró que son “infundadas” las nuevas acusaciones en contra Assange de que usó la embajada de Ecuador en Londres para interferir en las elecciones de EE.UU.