Este 13 de diciembre de 2017 se inauguró en Cuenca la exposición ‘Difícil de leer, entre mi luto y mi fantasma’ que fue censurada durante una primera muestra. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.
La exposición ‘Difícil de leer, entre mi luto y mi fantasma’, del artista ecuatoriano Marco Alvarado, es exhibida otra vez en Cuenca desde la noche de este miércoles 13 de diciembre de 2017. En esta ocasión fue instalada en la Sala Proceso de la Casa de la Cultura del Azuay.
La primera vez se exhibió del 31 de octubre al 13 de noviembre de 2017, en el Museo de Las Conceptas, en el Centro Histórico de la capital azuaya. Por disposición de las Madres Conceptas y de la Curia Arquidiocesana, la exposición fue cerrada al público. La polémica se dio por el uso de imágenes del Hermano Miguel y Domingo Savio y la iglesia la catalogó como “tergiversada”.
El 13 de noviembre, Alvarado guió a estudiantes universitarios por su obra y un joven “reaccionó violentamente y agredió físicamente la obra…”, recordó el artista.
Ahora, este trabajo estará expuesto hasta el próximo 28 de febrero en la Sala Proceso, que fue reabierta para esta ocasión. Decenas de cuencanos asistieron a la inauguración, que se cumplió pasadas las 19:30.
Según el presidente de la Casa de la Cultura de Azuay, Martín Sánchez, una vez que se censuró esta obra, invitó al artista para que reinaugure su trabajo en las instalaciones de la institución.
El artista Marco Alvarado interviene durante la inauguración de la exposición en la Sala Proceso de la Casa de la Cultura de Azuay. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.
“La Casa de la Cultura no es una entidad que solo mira desde la periferia las cosas que ocurren, sino que nuestra administración plantea que la Casa debe ejercer un acompañamiento y de ser necesario una defensa del artista cuando se violentan sus derechos fundamentales. En este caso, una censura va en contra de los derechos establecidos en la Constitución. Además, somos un estado laico”.
Por estos factores, dijo Sánchez, asumieron una posición que valora y defiende el trabajo de cualquier artista. “No queremos entrar a pelear con nadie, pero que se genere un conversatorio y discusiones para generar un pensamiento”.
Para evitar inconvenientes, la sala Proceso será monitoreada a través del circuito cerrado que tiene la Casa de la Cultura. Sánchez dijo que cualquier persona que violente o atente en contra de esta entidad pública estará sujeta a las leyes. “Nadie puede entrar a destruir ni hacer daño”.
Según Alvarado, presenta otra vez su obra en Cuenca por la invitación de la Casa de la Cultura de Azuay y porque hubo una buena aceptación y el público, a través de las redes sociales, lo respaldo ante este problema. “Espero que ahora no exista ningún tipo de inconvenientes”.
‘Difícil de leer, entre mi luto y mi fantasma’ es una obra autobiográfica en la que Alvarado narra eventos de su vida y reflexiona y se autocritica. Es un montaje de obras que hablan de un proceso, que empezó en el 2008.
Tiene dos componentes. El primero lo califica como “Mi luto” y es una serie de urnas en las que agrupó registros y memorias de experiencias vividas. La segunda o el “Fantasma” se refiere a una culminación de tipo filosófico a la que llegó luego de cuestionarse e investigar sobre los fundamentos científicos y biológicos del arte.
Anteriormente, este trabajo de Alvarado, de 55 años, estuvo expuesto en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) de Guayaquil durante un año. Este artista ha ganado reconocimientos como el segundo premio de la Bienal Internacional de Cuenca. Además, los premios Mariano Aguilera y Salón de Julio.