En la última década, el cuerpo de muchos jóvenes ecuatorianos se convirtió en un espacio de expresión individual. Los tatuajes, los ‘piercings’, los anillos y la forma de vestirse, en general, determinó la personalidad de la juventud ecuatoriana.
Las tribus urbanas como los metaleros, los punkeros, los emos, los góticos y los roqueros se distinguieron por un ‘look’ específico, en el cual el color de la ropa, los raros peinados nuevos, el maquillaje y los accesorios les daban una caracterización especial.
El cuerpo, incluso es entendido como un vehículo para los practicantes de la disciplina urbana deportiva del ‘parkour’. Tal como los ‘surfers’, los ‘skaters’ o los ‘bikers’, quienes practican el ‘parkour’ se toman las calles, plazas, parques y avenidas. Su meta es superar cualquier obstáculo que se les atraviese.
Con el ‘parkour’, no se necesitan más instrumentos que el propio cuerpo para poder atravesar la ciudad entera corriendo, escalando y saltando cualquier obstáculo que exista en el camino.