En el relleno sanitario de El Inga empezará la construcción del cubeto número 10. Con la obra se pretende evitar que se derramen los lixiviados (líquido producto de la descomposición de la basura). Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
La mañana de este miércoles 26 de agosto de 2020 se suscribió un convenio para la construcción del cubeto número 10 en el relleno sanitario de El Inga, ubicado entre las localidades de Pifo y Sangolquí, en el oriente de Quito. Con esta obra se busca receptar una mayor cantidad de residuos sólidos de forma sostenible y amigable con el medio ambiente.
El acuerdo se firmó entre las autoridades de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs) y su similar de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop). “Haremos un gran trabajo de remover 300 000 metros cúbicos y generar este cubeto 10, tan necesario para la ciudad”, indicó Rafael Carrasco, gerente de la Epmmop. “Nuestros funcionarios públicos están muy contentos porque generamos trabajo para ellos y seguimos activos”.
Gabriela Dávila, gerente de la Emgirs, manifestó que ella se encargó de solicitar la colaboración de Epmmop para construir el cubeto 10, el cual tiene una vigencia de aproximadamente siete meses. “El cubeto 9B está todavía habilitado y previsto que dure el tiempo en que se termine de construir el cubeto 10 (120 días)”.
Para la funcionaria, la obra es una solución emergente para evitar un daño ambiental y que se derramen los lixiviados (líquido producto de la descomposición de la basura). “Por ahora tenemos este plan de contingencia, vamos a buscar un nuevo proveedor (…), una solución definitiva al tratamiento de los lixiviados porque eso hay que hacerlo ya. Luego verificaremos un modelo de gestión integral de residuos sólidos que es lo que Quito se merece y para eso estamos aquí. Ese será nuestro plan de trabajo”.
En junio de este año el Concejo Metropolitano de Quito conoció el informe de Emgirs sobre la situación del relleno sanitario de El Inga. Dos problemas afectaban al sitio: la falta de tratamiento de lixiviados y el inminente cierre del último cubeto donde se deposita la basura que genera la ciudad porque está a punto de cumplir su vida útil.
En caso de que no se intervenga en el lugar -advirtieron las autoridades de Emgirs en ese entonces- el sistema de almacenamiento de desechos colapsaría. El último de los cubetos, llamado 9B, recibe alrededor de 2 150 toneladas de desechos al día. La proyección es que el 5 de septiembre de 2020 se cierre porque ya no tiene capacidad para almacenar más.