La declaración cubana describió a Trump como “el mal asesorado presidente de Estados Unidos” y calificó el mensaje de “controvertido y ridículo”. Foto: archivo EFE
Cuba consideró “ridículo” el mensaje que envió ayer, 21 de mayo del 2017 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el que pedía libertades políticas y económicas en la isla. “Las persecuciones injustas no pueden alterar el anhelo de los cubanos de ver a sus hijos libres de la opresión”, escribió Trump en un comunicado.
“El pueblo cubano merece un gobierno que respete los valores democráticos, las libertades económicas, religiosas y los derechos humanos, y mi gobierno está decidido a dar forma a esa visión”, agregó el presidente estadounidense.
Trump envió el mensaje al pueblo de Cuba con motivo de la efeméride del 20 de mayo, que conmemora la instauración del primer gobierno republicano en la isla.
Las autoridades cubanas consideran esta fecha como el inicio de la “neocolonia“, porque Estados Unidos se dio el derecho de intervenir en la vida política cubana como condición para la independencia mediante la “Enmienda Platt” en la Consitución de la isla.
“Hasta en el propio Gobierno norteamericano hay conocimiento de causa sobre los contradictorios y torpes pronunciamientos del magnate millonario convertido en presidente, en temas de política tanto exterior como interior”, señaló la nota leída por la televisión estatal.
La declaración cubana describió a Trump como “el mal asesorado presidente de Estados Unidos” y calificó el mensaje de “controvertido y ridículo”.
Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, La Habana ha mantenido un silencio diplomático sobre su gestión y sus amenazas electorales de revertir la política de acercamiento que impulsó Barack Obama.
Las críticas a Trump por su mensaje son el primer desencuentro directo que demuestra el Gobierno de Cuba bajo la presidencia del republicano.
El pasado febrero, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró que Washington realiza una revisión completa de la política estadounidense hacia Cuba y que priorizará los derechos humanos en su relación bilateral.
A pesar de las amenazas de la Administración de Trump de revertir la política, hasta el momento no se han producido medidas concretas. Mientras, el presidente cubano, Raúl Castro, ha reiterado la disposición de su Gobierno a dialogar con Estados Unidos pero sin aceptar injerencias en sus asuntos internos.