Redacción Guayaquil
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Cuatro hileras de vehículos se mueven lentamente en sentido norte-sur por las avenidas De las Américas y Luis Plaza Dañín, en Guayaquil. En una de ellas, Lupe Ríos suena insistentemente la bocina de su auto, porque son las 09:30 y considera que está atrasada para llegar a su oficina, en una empresa exportadora de la ciudad.
La suspensión
Hoy y mañana no se registrarán racionamientos de energía en Guayaquil así como en el resto del país. El Ministerio de Electricidad anunció que el sistema nacional cuenta con energía suficiente para atender la demanda.
Ayer, en las zonas residenciales del sur, suburbio y noroeste, los horarios nocturnos de cortes se redujeron media hora. La Eléctrica de Guayaquil programó el corte de 09:00 a 11:00 y de 18:00 a 19:30 en el Suburbio y noroeste. En el sur, es de 11:00 a 13:00 y de 19:00 a 20:30. La CTG incrementó el horario de trabajo del personal a 12 horas y eliminó sus dos días libres cada dos semanas. Analiza la posibilidad de descanso el domingo.Lleva allí 8 minutos y solo avanzó una cuadra. “A qué hora salgo de aquí…”, se pregunta la mujer, de 32 años de edad, mientras mira su reloj -a cada rato- sofocada por el calor. Los demás conductores la observan con recelo, pero con la misma preocupación.
La Comisión de Tránsito del Guayas (CTG) reconoce esta intersección como un punto crítico para el tránsito durante el racionamiento de energía y las horas pico. La entidad tomó precaución. “Tenemos cuatro efectivos en las horas que se va la electricidad, uno en cada esquina.
El problema está en que converge una avenida amplia (Américas) con una angosta (Dañín) y no hay la capacidad para todo ese flujo vehicular, por eso se vuelve denso el tránsito, pero sí hay movilidad”, explicó Luis Villagómez, jefe de Operaciones de la CTG.
Otros sitios caóticos son la intersección de las avenidas Juan Tanca Marengo y Francisco de Orellana, en el norte. Quito, Machala, Pedro Moncayo, Aguirre, Luque y Boyacá, en el centro; Portete y Venezuela, en el suburbio; y la 25 de Julio y Domingo Comín, en el sur.
“Esas son las vías que soportan el mayor flujo vehicular y a las que le estamos dando mayor protección…”, dijo Luis Lalama, jefe provincial de Tránsito de la CTG.
Villagómez señaló que para cumplir en esas vías y otras más, utilizan 600 vigilantes que habitualmente trabajan en las calles. Además, sacaron de las áreas administrativas a otros 300 para que colaboren en el control. Cuando regresa la energía, vuelven a sus oficinas. En la ciudad hay más de 1 500 semáforos.
Ese mismo número de uniformados (900) laboran en dos turnos. La mayoría está distribuida en el norte, centro, suburbio y sur de la ciudad. Otra parte realiza controles en las vías de salida y acceso a la urbe. Allí hacen controles con radar. Pues los conductores no respetan los límites de velocidad. Eso provoca accidentes como el ocurrido la mañana del miércoles 11 de noviembre en Sauces 8, en el norte de la ciudad.
Allí el vigilante Héctor Ruales fue atropellado por un vehículo mientras dirigía el tránsito. Ingresó con golpes y politraumatismos en la clínica Kennedy de La Alborada. Se recupera. Poco después, una embarazada quedó atrapada entre los fierros de su auto cuando una buseta la chocó en el centro de Guayaquil. La Central de Radio de la CTG reportó ocho percances solo la mañana del 7 de noviembre.
Lalama dijo que no hay incremento de accidentes en las dos primeras semanas de vigencia de los apagones. La recomendación de la CTG es manejar con cuidado y reducir la marcha de sus vehículos en las intersecciones. No hay vías preferenciales.