Redacción Política
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Con un apretón de manos, el presidente Rafael Correa recibió a su similar colombiano, Álvaro Uribe, en la entrada del Salón de Banquetes. Ayer fue la primera vez que el presidente del vecino país visita Ecuador después del ataque de Angostura del 1 de marzo de 2008, cuando su Ejército bombardeó un campamento clandestino de las FARC.
Fue un saludo protocolario. “Bienvenido Álvaro”, le dijo Correa, mientras que él le saludó de “presidente Correa”. De inmediato, Uribe avanzó hacia la mesa de reuniones donde aguardaban los otros presidentes: Fernando Lugo (Paraguay), Alan García (Perú) y René Préval (Haití). Ellos habían arribado minutos antes.
Uribe no recibió los honores militares en el atrio del Palacio. No fue un error en la coordinación protocolaria. La seguridad de Carondelet le facilitó el acceso por la cochera norte, a fin de que el Mandatario colombiano evitara a los manifestantes que se congregaron en la Plaza Grande para rechazar su presencia en Quito, debido a la reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que fue convocada para establecer la ayuda regional que requiere
Haití.
LOS ENTRETELONES DE LA CUMBRE DE LA UNASUR
Cobertura desde Carondelet, el 9 de febrero
Después del corto saludo, el presidente Correa recibió al canciller venezolano Nicolás Maduro, quien viajó en representación de Hugo Chávez. A última hora, el Mandatario de ese país optó por no asistir. “Tiene problemas internos que resolver”, dijo Maduro.
La ausencia de Chávez disipó las inquietudes que se generaron frente a la posibilidad de que en el marco de esta reunión humanitaria se agudizara el enfrentamiento diplomático que, desde agosto pasado, mantiene con el Mandatario colombiano. Caracas se opone a que Bogotá permita a las fuerzas militares de EE.UU. usar siete de sus bases.
A la reunión de Quito tampoco llegó el mandatario boliviano Evo Morales, quien sigue la misma línea de críticas al presidente Uribe. En su representación estuvo el vicepresidente, Álvaro García.
Siguiendo su interés por mantener una acercamiento con el presidente Correa, Uribe se encontró con un escenario favorable ante la ausencia de Chávez y Morales. En ese sentido, no desaprovechó la oportunidad para felicitar la iniciativa de Correa de convocar a la Unasur para encontrar mecanismos eficaces de ayuda al pueblo haitiano.
Correa se sentó junto a su canciller Ricardo Patiño y al presidente René Préval, quien fue el primero en intervenir. Después le siguieron los presidentes Lugo y García.
Las deliberaciones se extendieron por cuatro horas. El presidente Correa invitó a sus colegas y cancilleres a un almuerzo en la residencia de Carondelet.
Ese fue el momento en que pudo dialogar con Uribe por 10 minutos. Ambos acordaron, según confirmó a este Diario la Presidencia de Colombia, una reunión bilateral dentro de la cumbre del Grupo de Río, que se realizará en Cancún (México), el 22 y 23 de este mes. Esta sería la primera de carácter oficial que ambos mandatarios mantendrían luego de casi dos años de ruptura política.
“He sentido mucho afecto por esta hermandad con Ecuador, histórica e irrompible”, dijo Uribe en una breve entrevista con la agencia gubernamental Andes.
Después de una hora, los mandatarios salieron al Salón de Banquetes para la lectura final de la resolución y organizar la rueda de prensa. En ella, Correa resaltó la necesidad de que los dos países normalicen sus relaciones, “aprendiendo lo del pasado y viendo hacia el futuro. No podemos tener Alzheimer social”.
El encuentro concluyó a las 15:10 y los mandatarios se despidieron. Esta vez, Uribe salió de Carondelet por la puerta principal y saludó con los presentes, donde pocos lo pifiaron.
Amplia cobertura
Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Guyana y Surinam enviaron a sus cancilleres y embajadores en representación de los jefes de Estado.
El encuentro duró aproximadamente cinco horas. Se desarrolló en un ambiente de camaradería entre los presidentes y las delegaciones diplomáticas.
200 periodistas de varios países cubrieron la Cumbre de la Unasur. Las delegaciones llegaron acompañando a sus presidentes o delegados de los respectivos gobiernos.
La Secretaría Nacional de Comunicación y la oficina de la Unasur adecuaron una sala de prensa. Sin embargo, el espacio no fue suficiente para acoger a todos los comunicadores.
Antes de que concluyera el encuentro, el equipo de Seguridad de Carondelet se tomó fotos con el presidente Uribe.