Redacción Quito
Con cerca de 707 personas sancionadas por no utilizar los pasos cebra, puentes peatonales y zonas de seguridad terminó la primera semana de control a los peatones.
“Cada vez son menos las personas que no utilizan el puente peatonal”, fue la conclusión a la que llegó la teniente Rosa Alvear. Ella realizó ayer un operativo en el puente de la Universidad Central, sobre la av. América.
Este fue uno de los puntos donde se mantuvo un control diario y, a diferencia del lunes, donde hubo un promedio de 19 sancionados, ayer esa cifra se redujo a 12.
Alvear admite que el respeto de las señales de tránsito por parte de los peatones se debe principalmente a la presencia de los uniformados en las calles.
Esto fue evidente, luego de las 11:00, una vez que ser retiraron los policías de Tránsito del sector, algunas personas evitaron utilizar el puente peatonal para cruzar la avenida.
Pero las sanciones son criticadas por la Asociación de Peatones de Quito. “El peatón no debe estar tipificado como contraventor”, afirma Karina Gallegos, miembro de la organización.
Por su parte, Víctor Jiménez, de Covial, asegura que los peatones tienen derechos pero también responsabilidades que deben ser sancionadas en caso de incumplimiento. Por eso califica de positivo el inicio de los controles operativos. “Los peatones tienen que transitar de una manera segura respetando la normativa”.
Gallegos defiende su posición argumentando que los peatones son los actores viales más vulnerables. Añade a esto que la ciudad no cuenta con la señalización, ni la infraestructura para un desplazamiento cómodo y seguro. Por su parte, Jiménez admite que los peatones no estuvieron listos para recibir las sanciones.
Una de las razones, dice Jiménez, fue la limitada campaña de difusión sobre el tema que implementó la Policía y en las que también participaron otras instituciones y organizaciones ciudadanas. “La prevención y difusión son responsabilidad de la Comisión Nacional de Tránsito”, afirma.
Otro tema que es criticado por la Asociación de Peatones es la concienciación de los actores viales a través de campañas de miedo y controles represivos. “La Ley debería ser un elemento de protección y no de represión”, asegura Gallegos. Por eso, insiste en la necesidad de educar a los peatones a través de una metodología lúdica y amigable.