La Organización de Estados Americanos (OEA) condenó este viernes las acciones violentas de grupos armados en Colombia que causaron daños a la población civil, en particular la muerte de una niña en un ataque atribuido por las autoridades a la guerrilla de las FARC.
“La Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP/OEA) expresa su preocupación por los hechos de violencia de grupos armados en los últimos días que han causado heridas y muertes de civiles así como daños contra la infraestructura de servicios públicos con afectación al derecho a la libre movilidad y graves perjuicios de carácter ambiental”, señaló en un comunicado.
El organismo rechazó “especialmente la muerte de Yurani Yanqui Muse, una pequeña de apenas dos años de edad, y las heridas a integrantes de su familia, impactada por una bomba casera”.
El Ejército atribuyó el jueves el lanzamiento de dos artefactos explosivos contra la vivienda de la familia indígena Yanqui Muse a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) , aunque este grupo rebelde no ha reconocido su autoría.
De acuerdo con la versión oficial, las FARC, principal guerrilla de Colombia con más de 50 años de antigüedad y 8 000 combatientes, pretendían atentar contra una base militar ubicada a unos 400 metros de la residencia, pero fallaron.
Este viernes, los pobladores del municipio de Miranda marcharon vestidos de blanco para protestar contra la violencia. Niños con uniforme escolar y varios adultos pidieron el cese de las acciones armadas.
De acuerdo con la policía del Cauca, unas 2.200 personas asistieron a la manifestación, que culminó cerca del mediodía (17H00 GMT) .
La OEA mostró su inquietud por los recientes atentados contra la infraestructura petrolera y de transportes en Colombia y exigió “dejar a los ciudadanos fuera de las estrategias y las acciones de combate y violencia”, al destacar que estas acciones constituyen “una flagrante violación al derecho internacional humanitario”.
El gobierno colombiano y las FARC adelantan diálogos de paz desde noviembre de 2012 en La Habana y han llegado a acuerdos sobre desarrollo rural, participación política y cultivos ilícitos, aunque sin establecer un alto el fuego entre las partes.
En ese sentido, la OEA pidió “a las partes a seguir trabajando y no cesar en los esfuerzos para alcanzar acuerdos definitivos que permitan la construcción de la anhelada paz”.