En el laboratorio de la Universidad Estatal de Bolívar se procesan 200 exámenes cada semana y se lo realiza de forma gratuita. Foto: cortesía UEB
Largos periodos de tiempo para tomarse una prueba de covid-19 y la demora en la recepción de los resultados son algunas de las limitantes en el control de la propagación del virus en Chimborazo, Cotopaxi y Bolívar.
Hasta el 15 de diciembre se tomaron 742 252 muestras en el país, que equivalen a una media de 42 por cada 1 000 habitantes. En esas tres provincias de la Sierra centro, ese indicador está por debajo de esa tasa nacional.
La jurisdicción con menor cantidad de test en esta región y en Ecuador es Chimborazo.
Tras nueve meses de pandemia se toman 17 test por cada 1 000 personas y el porcentaje de casos sospechosos en espera de resultados es del 13,1%, un punto más que el promedio nacional. Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), hasta el 13 de diciembre se tomaron 8 638 muestras en los 10 cantones de la provincia. Además, 1 129 pacientes estaban a la espera de sus resultados. En esa provincia hay 3 011 casos.
En el sector público, la toma se hace en 11 centros y se procesan en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo y en el Inspi de Guayaquil. Del lado privado hay nueve instituciones, según la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), y solo una
hace el procesamiento.
María Elena Moncayo, gerente de Medic Lab, el único laboratorio que procesa las pruebas, cuenta que realizan cada día entre 60 y 70 pruebas PCR. El examen cuesta USD 75 y los resultados se entregan el mismo día.
“Adquirimos nuevos equipos de biología molecular para entregar resultados en menos tiempo. Había una gran cantidad de personas que aguardaban sus resultados, nosotros ayudamos a descongestionar el sistema público”, dice Moncayo.
En la provincia hay 46 instituciones que realizan pruebas rápidas, sin embargo, sus resultados no están reconocidos por la Organización Mundial de la Salud. La sensibilidad al virus de los exámenes es de hasta 60%.
Cristian Silva, epidemiólogo del MSP, afirma que el bajo porcentaje de muestras se debe a que en otras provincias hubo municipios y prefecturas que entregaron grandes cantidades de test y eso elevó la tasa nacional.
“En los primeros meses de la pandemia hubo pruebas represadas. Pero ese problema se solucionó con la implementación de un nuevo sistema para agilitar la entrega de resultados. El tiempo de espera se redujo de 15 a dos días”, afirma Silva.
Pese al bajo diagnóstico, la curva de contagio no se ha elevado y los hospitales no están saturados. En los hospitales General Docente de Riobamba y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, hay 14 camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), de las que 11 están ocupadas. En el área de hospitalización están 32 camas en uso y 17 se encuentran libres.
En Cotopaxi se toma casi el doble de muestras que en Chimborazo por 1 000 habitantes: 32, mientras que las rezagadas representan un 8%.
Allí se registra un descenso de casos. En el Hospital General de Latacunga hay 45 camas destinadas para hospitalización y están ocupadas 14.
Según Fernando Guerrero, gerente del Hospital, se siguen tomando las pruebas allí y en los subcentros administrados por el MSP.
En esa provincia, hasta el 15 de diciembre, hubo cerca de 2 000 pruebas PCR efectuadas por las brigadas médicas del Municipio de Latacunga, la Prefectura y dos universidades. El análisis se hace en los laboratorios del Inspi de Quito.
El diagnóstico del virus se concentra en lo público. De los 42 centros autorizados, 33 son estatales, pero no hay procesamiento local.
Bolívar, la provincia más pequeña de la Sierra, tiene 37 muestras por
1 000 habitantes y 6,7% de casos sospechosos, por falta de resultados.
La Acess registró hasta el 3 de diciembre a Prodiagnostics, un centro privado, para tomar muestras y a la Universidad Estatal de Bolívar, para el análisis.
Allí se procesan gratuitamente, cada semana, 200 exámenes y los resultados se entregan en 12 horas. Los reactivos y otros implementos fueron donados por la OPS.
En el Hospital de Guaranda, ocho de las 15 camas de la UCI están ocupadas. Max Jiménez, gerente de la casa asistencial, aseguró que en las últimas tres semanas el número de casos se incrementó un 40%. “Estamos tomando 50 pruebas diarias a pacientes sospechosos”.