Con el paso del tiempo es más común que muchos padres y madres tengamos que dejar encargados a nuestros hijos porque debemos salir a trabajar. Suele suceder que las personas que cuidan a los pequeños, por más buenas intenciones que tengan, no están lo suficientemente preparadas para brindar los cuidados y estimulación que requieren los niños en sus primeros años de vida. Llega entonces el momento de buscar la guardería adecuada.
Proyectos que unifican
Los pequeños llegan entre las 08:30 y 09:00. Todas las mañanas se elabora un proyecto orientado a la unidad del mes; en el caso de noviembre el tema central fue ‘Yo y mi familia’. Más tarde se organizan actividades de expresión corporal, gimnasio, actividades artísticas o ecológicas.
Todas las educadoras son bilingües y se preocupan por hacer una introducción al inglés a través de canciones y divertidos juegos. Todos los meses se envían a los padres las canciones de la unidad para que los niños las practiquen en familia.
Para más información contactarse con Alegría Vallejo, directora de “Entre Chicos” al mail alevallejo99@hotmail.com. Se espera encontrar un lugar que nos dé, como padres, absoluta confianza y tranquilidad para dejar a nuestros hijos y saber que serán bien atendidos. Queremos encontrar un sitio que ofrezca a los niños la estimulación y el cuidado diario que necesitan y que es determinante para su futuro.
Se dice que el mejor parámetro para medir si una guardería es buena, es que el niño se ponga feliz cada vez que llega a ella. Más y más centros educativos llenan las expectativas de padres y madres con sus propuestas innovadoras y convenientes. Con esto en mente, visitamos la guardería “Entre Chicos” ubicada al norte de Quito, un centro educativo con un concepto diferente de la educación preescolar.
Unos angelitos verdes
En la actualidad nos preocupamos más por el medio ambiente y tratamos de inculcar en nuestros hijos el amor por la naturaleza. Siguiendo esta tendencia, “Entre Chicos” trabaja con una filosofía ecológica; el cuidado y alimentación de los conejos, los borregos y la burra Zoila, el pequeño huerto donde cada niño tiene su planta y se encarga de cuidarla y regarla, las caminatas una vez al mes por el bosque, hacen que los niños aprendan a querer y respetar a la naturaleza todos los días.
Por el momento, “Entre Chicos” cuenta con nueve alumnos entre 1 año y medio y cuatro años divididos en dos clases. En cada una de las clases hay una profesora especializada en educación y una asistente que le ayuda con el cuidado de los pequeños. Un rincón de lectura y un pequeño lavabo donde los niños lavan sus manos después de cada actividad son parte esencial de las aulas.
Alegría Vallejo es la directora del centro educativo, tiene una maestría en educación infantil y especial y asegura que si se da el caso de que una familia tenga un niño con necesidades especiales, en la guardería están capacitadas para atenderlo.
El cuidado diario que asegura el desarrollo
El cuidado de los infantes incluye la atención de una pediatra que acude al centro una vez al mes y realiza un seguimiento del desarrollo de los chiquillos y un control de su salud.
Como en todas las edades hay circunstancias que pueden afectar nuestro comportamiento, en el caso de los niños, el nacimiento de un nuevo hermanito, por ejemplo, puede alterar su conducta. Una psicóloga educativa visita el centro una vez por semana y se encarga de brindar apoyo a los pequeños y a sus padres en el caso de que lo requieran.
Una nutricionista elabora un refrigerio diario, tomando en cuenta el volumen de comida que deben ingerir los niños preescolares y el alimento que necesitan para crecer y alcanzar sus necesidades nutricionales. Los alimentos llegan ya elaborados al centro y las profesoras se encargan de servirlos en los platos que cada niño trajo de su casa.