Redacción Tungurahua
Carolina Oñate protegía su cabeza del intenso sol, con un cuaderno. Sentada en una de las gradas de la terraza del Colegio Menor Indoamérica, en el sur de Ambato, escuchaba a Gabriel Valencia.
Él, quien lucía en su overol con el símbolo de la Cruz Roja, hablaba de cómo protegerse en caso de un terremoto y de otros desastres.
Oñate es alumna de quinto curso de este plantel, que tiene más de 500 estudiantes. Ayer participó en una de las charlas que dictaron cuatro técnicos del Departamento de Gestión de Riesgos y Prevención de Desastres. La charla duró 20 minutos.
La estudiante de 16 años contó que no hay que ubicarse, si está en clases, debajo del pupitre, porque está hecho de un material frágil. “También hay que alejarse de los cables eléctricos y de vidrios. “Tenemos que identificar en el aula los objetos más sólidos, para formar el triángulo de la vida”.
La joven señaló que luego de la charla conversará con su familia, para establecer los sitios seguros dentro y fuera de su vivienda y para armar un plan familiar.
Para Ismael Maldonado, alumno de sexto curso, lo más importante es mantener la calma. “Hay que tratar de estar tranquilos. Dicen que las muertes ocurren porque la gente sale corriendo asustada”, mencionó.
Gabriel Valencia, coordinador de la Cruz Roja, comentó que las charlas en los planteles educativos de Tungurahua empezaron hace dos semanas. El fin es que los chicos compartan lo que aprendieron con sus padres, amigos y vecinos del barrio.
“Tratamos de aclarar las dudas que tienen sobre qué hacer antes, durante y después de un terremoto. Hay mucha inquietud”.
Diana González, profesora de Química del colegio, afirmó que es necesario conversar con los alumnos sobre prevención de desastres. Por eso pidió colaboración a la Cruz Roja. “Estamos un poco asustados por lo que sucedió en Haití y en Chile. Existen muchas dudas sobre cómo actuar”.
En el colegio Indoamérica, la charla de la Cruz Roja es parte de un plan de contingencia. En estos días se organizará un simulacro.