Un cliente busca información para la compra de un auto en un concesionario de vehículos. El crédito de consumo subió al 17%. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
La cartera de crédito de la banca privada creció un 15% hasta mayo del 2018, en comparación con igual mes del 2017, de acuerdo con datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).
En total, la banca reportó un saldo de créditos de USD 26 033 millones. Se trata del segundo año consecutivo en que mayo registra un crecimiento en el saldo de préstamos.
Julio José Prado, presidente de la Asobanca, indicó que este incremento se registró en todas las líneas de crédito y responde a un cambio en las expectativas de los empresarios y los consumidores sobre la situación del país. “El año pasado había incertidumbre porque venía un nuevo gobierno”.
Para Andrés Vergara, analista económico, las cifras evidencian que la banca privada está teniendo más confianza en el país y ha recurrido incluso a sus reservas para colocar más créditos, dado que los pasivos de la banca, que incluyen los depósitos de los clientes, han crecido en menor medida que sus activos. “No puedes prestar más de lo que ingresa, esto significa que la banca está usando sus reservas y lo hace porque está más optimista frente a la economía y las empresas”, explicó
El segmento de mejor desempeño en este año es el crédito productivo, que duplicó su cartera de USD 976 millones a 2 042 millones. Este tipo de préstamos se solicitan para la inversión en activos de un negocio, como equipos y maquinarias. Pero también para conseguir capital de trabajo.
Prado señaló que uno de los factores que activó este crédito fue que la tasa promedio de interés bajó y los segmentos corporativos son los que se benefician de esa reducción.
En el último año, la tasa promedio cayó del 11,5 al 10,1%.
Para los sectores productivos y comerciales, Produbanco desembolsó USD 1 095 millones durante el primer trimestre del año. Este monto corresponde a 29 000 operaciones, indicó Esteban Vásconez, vicepresidente de Finanzas.
Otro segmento con cifras positivas hasta mayo del 2018 fue el crédito de consumo, con un crecimiento del 17,3% en relación a igual mes del año anterior. Estos préstamos son solicitados por particulares para distintos fines, desde la compra de autos hasta los consumos con tarjetas de crédito.
Banco Pichincha tuvo un incremento de un 29% en este tipo de financiamiento. Con cifras hasta abril pasado, la entidad dijo que realizó 46 802 operaciones más respecto al período enero- abril del 2017. La entidad lo atribuye a una dinamización del consumo.
Juan Pablo Marcano, un ingeniero civil de 27 años, pidió un crédito hace unos meses al Banco de Guayaquil para la compra de un auto. Le aprobaron un monto de USD 3 500.
Adquirió un vehículo para él y su pareja, por USD 16 000. La diferencia la pagaron con ahorros y otro crédito por un monto menor. El préstamo lo está cancelando a 36 meses, con una tasa del 16%. Las cuotas son de USD 130.
Doubraska Salinas, de 27 años, solicitó un préstamo de USD 3 500 para compra de muebles y línea blanca para su hogar, con Produbanco. Fue aprobado a comienzos de mayo del 2018 y lo está cancelando en cuotas mensuales de USD 150, durante 36 meses.
Vergara subraya que el incremento en este segmento también refleja un mayor nivel de confianza de parte de las personas en la situación económica y su estabilidad laboral.
El crédito comercial, solicitado para la compra de mercancía que luego se destina a la venta, ocupa el tercer lugar en crecimiento, con el 8,4%.
Los microcréditos, que se otorgan a las pymes, también crecieron. Para Vergara, este segmento es un mejor reflejo del financiamiento al sector productivo, que además es un buen indicador porque hace dos años tuvo una caída de un 10%. “Este es el verdadero generador de empleo del país”.
En Banco Pichincha, el desembolso para estos créditos creció en un 10%, entre enero y abril del presente año.
Los hipotecarios también mostraron un buen desempeño, siendo el desembolso más importante para las viviendas de más de USD 70 000. Este sector se ha reactivado con la derogación de la Ley de Plusvalía. Además, tiene nuevos incentivos en el proyecto de Ley de Fomento Productivo.