Una mujer australiana fue condenada hoy, 12 de octubre de 2017, a al menos 33 años de cárcel por matar a su hijo de tres años por el gran parecido que tenía con su padre biológico, informó el canal de televisión ABC.
El tribunal condenó también a 30 años de cárcel a su pareja, el padrastro del pequeño, que murió en agosto de 2014 tras ser objeto de gravísimos maltratos durante casi dos meses, informó la emisora. “Fue un infanticidio horrible”, dijo el juez Peter Johnson.
La madre había alegado que el pequeño murió tras tropezar con una cuerda atada a los perros de la familia. En sus declaraciones a la Policía, que escuchó el Tribunal Supremo del estado de Nueva Gales del Sur durante el proceso, la mujer contó que el niño “la había puesto al límite demasiadas veces”.
Decía que amaba a su pequeño pero que también lo odiaba por el parecido con su padre. “En lugar de educar a su hijo, (la madre) lo castigó como si fuera responsable de los pecados de su padre biológico”, dijo Johnson durante el anuncio de la sentencia.
Joseph fue gravemente torturado semanas antes de su muerte, señaló la corte. Su madre golpeó su cabeza contra un armario y le tapó los ojos con cinta aislante. Tras la condena, un tío del niño consideró que se impuso una pena adecuada.