Lima. AFP
Las investigaciones de la civilización peruana de Caral, la más antigua de América, tendrán un gran impulso.
Los USD 800 000 de un premio otorgado la semana pasada por Estados Unidos se destinarán a la conservación de su ciudadela, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco desde junio pasado. Este premio, otorgado desde 2001 por el Congreso estadounidense, ayuda a los países en desarrollo a preservar su herencia cultural.
Perú ha sido el país de América Latina que más dinero ha recibido de este Fondo, que ha apoyado diversos proyectos. Hasta la fecha ha dado USD 1,1 millones, según la legación de EE.UU. en Lima.
La arqueóloga Ruth Shady, directora y descubridora de Caral, consideró que el premio permitirá hacer “ talleres de investigación sobre conservación para beneficio no solo de Caral sino de otros sitios arqueológicos del país ” .
Dicho dinero se aplicará, entre otras cosas, a los trabajos para conservar el último descubrimiento en Caral, el muro de una vivienda de élite, elaborado con la técnica de la ‘quincha’, que es una mezcla de madera y barro. Se trata de un material flexible y duradero.
Ese muro, de dos metros de alto, demuestra cómo ese material constructivo resistió a pie firme los embates del tiempo y la naturaleza durante más de 5 000 años. Tal es la antigüedad de Caral, según precisó la arqueóloga. Por lo tanto, dicha datación la hace contemporánea de las primeras dinastías de Egipto y de la antiquísima ciudad de Ur, lugar natal del patriarca hebreo Abraham.
Actualmente se ha replicado con éxito el mencionado tipo de construcción, aplicando la misma técnica aplicada en el pasado.
“Es como revivir una tecnología de hace 5 000 años”, precisó Shady al subrayar que lo que hace su equipo de investigadores en Caral es ver cuáles son los valores y contribuciones aprovechables de las sociedades prehispánicas.
Desde el punto de vista turístico, la experta pronosticó que Caral superará este año los 45 000 visitantes que recibió en 2008. No obstante, indicó que para ello se necesita de una mayor convicción del Estado en su compromiso con el proyecto. Recordó que para financiarlo, además de la partida del Estado, se ha tenido que recurrir a actividades como la comercialización de recuerdos, fotografías y folletos.
Respecto a la presencia de invasores en zonas próximas a la ciudadela, denunciada por ella misma y transformada en algunos casos en denuncias penales, Shady dijo que se debe a la falta de atención por parte del Estado. En ese sentido, llamó la atención sobre la poca ayuda y la carencia de un marco legal y mencionó ejemplos de precariedad. Explicó que se carece de luz en el lugar, que el desagüe se instaló recientemente y que existen problemas de seguridad para los investigadores.
“Falta que el interés que muestran los extranjeros se propague a los gobernantes (peruanos), para que Caral sea presentado del modo más adecuado, preservando el ambiente, y el paisaje cultural y natural. Y que tales adecuaciones se den en un contexto social adecuado, donde los pobladores no sean simples espectadores, sino que también participen de los beneficios y tengan una calidad de vida mejor”, concluyó Shady.