La Asociación Joya Chef brinda servicio de catering a la petrolera desde junio pasado. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
La reactivación de las inversiones de la estatal Petroamazonas en diferentes campos ha impactado positivamente en la actividad de sus proveedores.
Durante el primer semestre del año, la empresa petrolera pagó USD 1 263 millones a proveedores, esto significa un incremento de 291 millones en comparación a igual período del año anterior, sin contar los pagos atrasados por servicios de años pasados. El monto pagado en los primeros seis meses del 2017, incluidas las deudas, fue de USD 1 816 millones.
Las principales inversiones de Petroamazonas están destinadas al Bloque ITT, al campo Sacha, entre otras zonas. Se incluyen también proyectos de generación eléctrica.
La economía de las zonas de influencia de Petroamazonas en la Amazonía también se ha beneficiado, con la participación de cooperativas, asociaciones o empresas locales en la prestación de servicios.
Para junio de este año, la firma contaba con 335 proveedores de la Amazonía, que durante el primer semestre del año facturaron USD 19 millones.
La Asociación de Alimentos Joya Chef se formó hace unos cinco meses y desde junio brinda servicios a la petrolera, tras haber participado en un concurso a través del portal del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).
Sus 70 socios anteriormente laboraron para empresas privadas de catering, pero muchos quedaron en el desempleo y decidieron emprender un negocio. Para ello, socios inversionistas solicitaron créditos para emprendedores de entre USD 20 000 y 40 000 en la banca pública, explicó Alejandro Costales, integrante de la Asociación.
Para participar en la convocatoria del Sercop debían cumplir tres requisitos: ser una asociación legalmente constituida, que sea parte de la economía popular y solidaria y que pertenezca a la zona de influencia de Petroamazonas (provincias de Orellana, Sucumbíos y Napo). Joya Chef es una asociación del cantón Joya de Los Sachas, en Orellana.
El servicio de catering opera en los bloques 60 (Sacha), 57 (Shushufindi) y 18 (Palo Azul). Entre los tres bloques entregan desayuno, almuerzo y merienda a un promedio de 550 trabajadores de Petroamazonas, calculó Costales, nutricionista y chef, de 26 años.
El precio por ración es de USD 4,75; solo por Palo Azul el gremio calcula que factura al mes unos USD 50 000. “Tenemos línea de aprovisionamiento de productos de la zona, como las frutas. La idea es dinamizar la economía local”, subrayó Costales.
Otros proveedores locales trabajan hace más tiempo con la petrolera. La Asociación de Artesanos Nueva Generación, también de La Joya de Los Sachas, comenzó hace más de tres años, pero ya brindaba servicios a otras entidades públicas con las que aún trabaja.
La Asociación elabora uniformes para los trabajadores de campos petroleros en Orellana y Sucumbíos. En promedio, entrega dos proyectos al año a Petroamazonas, el último fue de 600 camisas.
Petroamazonas paga USD 15 por uniforme. Hace tres años el valor era de USD 17,5.
Para la líder del grupo, el nuevo valor es bajo frente a la inversión que deben hacer: “Es bien difícil conseguir el material y nos resulta costoso”.
Las 15 mujeres que integran la Asociación se dedicaban a la agricultura y al ganado, algunas aún trabajan en el campo en ratos libres. “Las condiciones del campo son difíciles, aquí siempre estamos bajo sombra”, comenta Remache.
Rosa Oleas, de 48 años, estudió costura cuando tenía 16 y aprendió a coser con una máquina casera. Ahora, en la Asociación aprendió a utilizar máquinas industriales.
Oleas es una de las socias que aún mantiene sus actividades en el campo, porque dice que los contratos textiles no son fijos. El dinero que gana lo destina para gastos del hogar y a la educación de sus hijos.
Hasta el cierre de año, Petroamazonas prevé una inversión de USD 111,4 millones en la contratación de servicios locales (alimentación, limpieza, transporte, logística y otros) y proyectos sociales de compensación en la Amazonía.
Este año la petrolera reporta, además, un monto menor de deudas con sus proveedores. A junio pasado, las obligaciones pendientes ascendieron a USD 1 644 millones. Sin embargo, la empresa aseguró que la cifra está dentro de los estándares normales, considerando el tamaño de la firma.
Hasta junio del año pasado, las obligaciones ascendían a unos USD 2 357 millones.
Los plazos de pago a proveedores van desde 45 a 90 días, dependiendo del tipo de empresa o monto, dijo el gerente de la empresa,
El año anterior, la empresa se puso al día con sus 10 principales proveedores, aunque unos USD 900 millones fueron cancelados en papeles como bonos, con plazos hasta el 2020, en coordinación con el Ministerio de Economía y Finanzas, explicó Galárraga.