Redacción Deportes
La historia de Flavio Caicedo es similar a la de centenares de esmeraldeños que llegaron a clubes de Quito e hicieron del fútbol una profesión segura y rentable.
En junio de 2004, Caicedo acudió al estadio Folke Anderson de Esmeraldas para mostrar sus condiciones a Jorge Célico, entonces director de las formativas de El Nacional.
Hoja de vida
Flavio Caicedo
Esmeraldeño, nació
el 29 de febrero de 1989. Hoy tiene 21 años.
El volante se inició en el club Tácito Ortiz Urriola, en la segunda categoría.
En El Nacional juega desde 2004. Pasó por las categorías juveniles Sub 16 y la Sub 20. En el Manta tuvo un paso fugaz (cinco meses) en 2007.Al escenario llegaron 200 adolescentes y jóvenes, motivados por la opción de jugar en el club criollo. La captación de talentos se inició a las 09:00 y culminó cerca de las 18:00. Sin embargo, solo tres fueron los afortunados. Diego Rodríguez, Luis Cherme y Caicedo encandilaron con sus destrezas al DT argentino.
Caicedo entonces tenía 16 años y, en la prueba, se destacó por su dominio de la pelota y su técnica para gambetear a los rivales. Por ello, el entrenador le propuso que viajara a Quito. “A Flavio me lo traje ese mismo momento (el entrenador no recuerda el día). No quería que un talento así se escapara o perdiera entre el montón”.
La oportunidad de llegar al fútbol de Primera sedujo al mediocampista y optó por aceptar el pedido de Célico. Eso sí, con el permiso de sus familiares. Antes de la prueba, jugaba en el Tácito Ortiz Urriola, club de segunda categoría de la ciudad de Camarones, Esmeraldas.
El jugador reconoce que en esa ciudad forjó su estilo de juego. Esa característica la impuso durante su paso por las divisiones juveniles del equipo criollo.
En el equipo rojo se inició en la Sub 16, en 2004. Después, fue promovido a la categoría Sub 20. En 2007, fue dirigido por Fernando Baldeón, hoy asistente del equipo principal.
Al contrario de otros juveniles, Caicedo jamás cambió de posición en la cancha. “Él siempre rindió como volante de marca por su técnica y su rapidez”, ratifica Baldeón.
Ese mismo año, 2007, el volante tuvo la oportunidad de debutar en Primera división. El técnico paraguayo Éver Hugo Almeida dimitió en diciembre y dejó el mando en poder de Célico.
Por ello, el DT argentino optó por incluir a juveniles en el equipo de Primera. Así, la oportunidad para el jugador llegó el 16 de diciembre de 2007. Ese día salió como titular ante Deportivo Azogues, en el Atahualpa.
Sin embargo, al contrario de lo que esperaba su DT, tuvo problemas para consolidarse. ¿La razón? En abril de 2008 sufrió una lesión en el brazo por un choque con el delantero Darwin Caicedo, en un entrenamiento.
Este contratiempo lo marginó de la actividad futbolística y permaneció más de tres meses sin jugar. Luego, una nueva lesión (en la rodilla) lo volvió a apartar de las canchas de fútbol.
Este año, era suplente, pero con la llegada del entrenador argentino Julio Asad asumió la titularidad. Hoy, lleva 9 partidos jugados y estima que ha cumplido su sueño de emular a esmeraldeños como Pavel Caicedo.
Con El Nacional tiene un contrato hasta diciembre. Su aliado en la concentración del equipo es el juvenil Fabricio Guevara, con quien comparte la habitación en el Complejo de Tumbaco, cuando es citado para un encuentro. Renato Ibarra es otro de sus amigos.
¿En qué debe mejorar? Baldeón estima que el jugador posee gran técnica, pero le falta llegar con más fuerza al ataque.