El boj es originario de Europa, norte de África y oeste de Asia. Como tiene un crecimiento lento y hojas diminutas resulta especialmente adecuado para preparar bonsáis en estilos verticales.
Para un buen boj bonsái se necesita, dice Savita Wack, una buena iluminación, con semisombra en verano y protegerlo del frío. Su multiplicación se realiza por esquejes maduros o ramas bien desarrolladas a principios de octubre, con una mezcla de turba y arena, bajo cristal y en un lugar fresco. También en marzo antes del desarrollo de las yemas.
Se debe abonar con abono rico en nitrógeno u orgánicos de liberación lenta. En el periodo de reposo no hace falta abonar o hacerlo lo mínimo, cada mes y medio. Para la poda, explica Wack, se deben cortar las ramitas jóvenes dejándoles sólo dos pares de hojas durante el periodo de crecimiento. Es bueno, asimismo, cortar con las uñas los brotes nuevos a finales del verano. El boj se puede alambrar en cualquier época del año.