La feria Mi Casa Clave abrió el viernes pasado y estará disponible al público hasta el 21 de este mes, en Quito. Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
La colocación de créditos hipotecarios cayó 6% en el primer trimestre del 2017 frente a igual período del 2016, debido a una reducción en el volumen entregado por el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess).
En el primer trimestre, la entrega de préstamos del Biess se redujo 20%, mientras que el monto entregado por la banca privada aumentó un 35%.
El banco del afiliado colocó USD 240 millones en esos meses, USD 60 millones menos que en el 2016 (ver gráfico). Sin embargo,esta entidad analiza estrategias para recuperar mercado e incluso piensa subir el techo de los hipotecarios.
“Realmente el primer trimestre ha sido lento”, reconoció Alejandro Pazmiño, gerente del Biess, que capta el 65% del segmento de préstamos de vivienda en el país.
Para esta entidad, la variación “es compresible porque fue una época electoral y la gente se mantuvo pendiente de ver qué pasaba”.
No obstante, si bien el monto cayó, el número de operaciones casi no ha variado. “La ventaja es que tengo más demanda de créditos VIP (vivienda de interés público). No crezco en monto, pero sí en operaciones”, añadió Pazmiño.
El crédito de vivienda de interés público es aquel que se destina a financiar inmuebles de hasta USD 70 000, con una tasa preferencial.
Patricia de Lucero recorrió el pasado viernes 12 de mayo de 2017 la feria de la vivienda Mi Casa Clave, en Quito. Aunque adquirir un inmueble estaba en sus planes desde el año pasado, no se había decidido por la situación económica y la incertidumbre sobre la estabilidad del empleo. “Ahora creo que ya me puedo arriesgar”, indicó al señalar que busca una vivienda de interés público, porque “es lo que puede pagar”.
Para no perder mercado, el Biess analiza y ejecuta varias estrategias en este año. La primera, que se encuentra en análisis, es el aumento de USD 150 000 a 200 000 del monto máximo de los hipotecarios.
Con ello espera acceder a un usuario con mayor poder adquisitivo. En enero del 2016, se puso como tope máximo USD 150 000, con la intención de redireccionar esos recursos a viviendas de interés público.
Lo anterior dejó un potencial mercado para la banca privada.
Para aumentar las colocaciones, el sector financiero privado redujo la tasa de interés de estos créditos, de 9,93% a 9,58%, entre septiembre del 2016 y marzo del 2017.
El Biess, por su parte, ya no espera que la gente acuda a sus oficinas por información. Desde este año realiza llamadas directas a los afiliados para informarles que tienen un crédito hipotecario precalificado.
Existen 3,5 millones de afiliados y jubilados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), pero solo 150 000 personas pueden acceder a un hipotecario. “Ahí está el nicho al cual el Biess está apuntando”, dijo el gerente del banco.
Desde marzo pasado, el banco también entrega un documento para garantizar que las condiciones de financiamiento de precalificación no cambiarán en dos años. Con ello, los interesados en adquirir una vivienda pueden tener la seguridad de que los plazos, montos y tasas del hipotecario se congelarán por 24 meses.
El Biess ofrece una tasa efectiva del 6,17% en vivienda de interés público y de entre el 8,19% al 9,4% para inmuebles sobre los USD 70 000.
Para Jaime Rumbea, vocero de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Viviendas del Ecuador (Apive), el crédito de vivienda de interés público es un programa “bien pensado”, con el que se atiende a la clase media. Sin embargo, cree que el programa resultó afectado desde mayo del 2015, cuando se anunció la Ley de Plusvalía, que luego fue aprobada en diciembre de 2016.
Si bien en este momento ya se puede hablar de una incipiente estabilización en el número de reservas de viviendas -dijo Rumbea- considera necesario aplicar políticas para impulsar una mayor recuperación del sector, como la eliminación de la Ley de Plusvalía.