Quito, AFP
Las bases militares que Colombia puso al servicio de Estados Unidos son el problema real en el conflicto entre Bogotá y Venezuela y no las declaraciones del presidente Hugo Chávez, señaló este sábado el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
“El problema no es el que responde a eso, puede que las declaraciones sean fuera de tono o no, en general al presidente Chávez le achacan todo el contexto para desprestigiarlo, pero el problema real son las siete bases militares en Colombia, no nos perdamos en eso”, dijo Correa en su informe semanal.
El presidente ecuatoriano añadió que la cuestión “de fondo no es que Chávez diga ‘me preparo para la guerra'”, sino la presencia militar estadounidense que “sí es una” preocupación para toda la región”.
Correa recordó que esa inquietud ya fue planteada por el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que sesionará en Quito el próximo viernes.
“No nos confundamos, que no nos pierdan, el problema es que a estas alturas del partido tener siete bases militares norteamericanas en Colombia preocupa a los países de la región, clarito se lo decimos y lo hemos dicho “, insistió.
Correa, que preside la secretaría protémpore de la Unasur, pidió” leer bien “las declaraciones de Chávez, pues al mandatario venezolano” le tergiversan todas las cosas que se dicen”.
El gobernante también desmintió al canciller colombiano, Jaime Bermúdez, quien criticó que la Unasur no haya emitido ninguna declaración sobre lo que considera” amenazas de guerra “de Venezuela.
“No es verdad que no nos hemos preocupado “, afirmó, y dijo que en su calidad de presidente de la Unasur envió una carta a los países miembros manifestando” preocupación por los conflictos que se están dando entre Colombia y Venezuela, y entre Chile y Perú por un caso de espionaje.
Las declaraciones de Correa se produjeron luego de que el pasado 13 de noviembre Bogotá y Quito retomaran sus relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios, tras 20 meses de ruptura por un ataque colombiano contra la guerrilla de las FARC en territorio fronterizo de Ecuador.
Quito sospecha que en ese bombardeo, que dejó 25 muertos, participó Estados Unidos.