Atacames es uno de los destinos playeros más visitados por los turistas. El alojamiento en el balneario se llenó desde el inicio del feriado del 10 de Agosto. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Unos 40 000 turistas copan las playas de Atacames, Súa, Tonsupa, Same y Tonchigüe, en el sur de la provincia de Esmeraldas este 13 de agosto del 2016. Comenzaron a llegar ayer a propósito del feriado del 10 de Agosto, que fue trasladado al viernes 12.
La capacidad hotelera, según las autoridades locales, está al tope. Solo en Atacames hay 400 hoteles y 18 000 plazas de alojamiento en sus balnearios. Muchos de los que llegaron pasado el mediodía del viernes, no encontraron habitaciones.
Las familias, especialmente de la Sierra, tuvieron que hospedarse en la ciudad de Esmeraldas y regresar a las playas del sur para pasar entre familiares y amigos durante el día. La afluencia de turistas, que empezaron a llegar desde muy temprano, colapsó el ingreso a la playa de Atacames.
Es un aliciente para los dueños de negocios turísticos, porque no lucía llena desde diciembre de este año, cuando hubo una gran afluencia por el fin de año. Luego vino el terremoto del 16 de abril y eso alejó a los visitantes.
El control policial permitió desviar el tráfico vehicular por la última calle de ingreso a la ciudad atacameña e impedir la demora para ingresar hasta la playa, o dar paso para quienes iban hasta la playa de Mompiche y Same.
Atacames se reactivó en el feriado
Los turistas quiteños tuvieron tiempo para observar y comprar las artesanías hechas con balsa, coco y tagua, que se expenden en el malecón de Atacames. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Las cebicherías fueron unas de las más visitadas por los turistas que degustaron de los ostiones, concha, camarón y pescado que se ofrecen en el malecón de Atacames. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Los comerciantes organizados en asociaciones dedicadas a vender frutas a lo largo de la playa de Atacames, aprovecharon para recuperar su economía con la asistencia de turistas por el feriado. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Los chozones que están en Atacames, en donde se vende ropa playera, artesanías y sandalias de cuero, recibieron a los visitantes que no dudaron en llevarse un recuerdo. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
El parasailing es una de las distracciones favoritas de los turistas que aprovecharon para sentir un poco de adrenalina desde el aire, mientras es empujado por una lancha en el mar. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
El parasailing es una de las distracciones favoritas de los turistas que aprovecharon para sentir un poco de adrenalina desde el aire, mientras es empujado por una lancha en el mar. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Los recorridos para el avistamiento de ballenas y sitios como el Peñón del Suicida, Cueva del Amor e Isla de Los Pájaros, fueron parte de la oferta de los atacameños. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Los vendedores de cebiches en las carretas que se ubican al filo de la playa también tuvieron buena acogida por los turistas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Los feriados de Carnaval y Semana Santa, de este año, fueron malos para los hoteleros de Atacames y prestadores de servicios, recordaron los pobladores locales. “Pero con el feriado del 10 de Agosto se reactiva la economía atacameña”, señala la presidenta de la Cámara de Turismo de Atacames, Sara Moyano.
A diferencia de hace 15 días, cuando empezaba a aumentar la cantidad de turistas, se observaban en las puertas de los hoteles carteles ofreciendo habitaciones, esta vez eso no ocurrió.
El buen clima acompañó a las familias quiteñas. En la mañana hubo una temperatura ambiente de entre 28° y 30°. Los turistas compraron parasoles para cubrirse del fuerte sol, pues las sillas con carpas que están en la playa también se llenaron.
En los restaurantes se observó en las primeras horas de este sábado un ambiente familiar. Los precios de los almuerzos están en USD 3 y los platos a la carta se encuentran desde USD 5 en adelante. Una sopa de pescado y un segundo con arroz, menestra y filete de dorado es uno de los menús más preparados para el almuerzo.
Marlene Quiñónez, propietaria de uno de los restaurantes que está en el ingreso del baleario de Atacames, dijo que los precios de las comidas son cómodos para dar facilidad a los turistas que compren y sigan llegando. Asimismo, los costos de hospedajes van desde los USD 8 hasta USD 45. Este último precio, en hoteles que antes costaban USD 65 un hospedaje por persona.