Dilma Rousseff abraza al senador Jorge Viana en el Palacio de Alborada, en Brasilia. Foto: EFE
Luego de 90 minutos de debate, la Asamblea Nacional ecuatoriana aprobó con 82 votos afirmativos un proyecto de resolución que condena la destitución de Dilma Rousseff cómo presidenta de Brasil, por el parlamento local.
La presidenta del legislativo, Gabriela Rivadeneira, fue la proponente del proyecto. En su intervención calificó a la destitución como “un nefasto golpe a la democracia y se dio por que el parlamento fue utilizado por la derecha”, dijo la imbabureña durante la reunión del Pleno de hoy, 1 de septiembre del 2016.
El texto de la resolución contiene cinco artículos. Primero, respalda el pronunciamiento del gobierno ecuatoriano, a través de la Cancillería, donde se rechazó lo actuado por el senado brasileño y se llamó a consultas al diplomático encargado de negocios.
Además, se suma “a la voz de condena enérgica” de otros países de la región. Nicaragua, Venezuela y Bolivia también han criticado estos hechos. También se rechaza “todas las formas de golpe de estado y desastibilización politica” y se expresa solidaridad con Rousseff y el pueblo brasileño.
Sobre el final del debate, a pedido de la asambleísta del Guayas Gina Godoy se agregó un artículo. En este se expresó un rechazo a la “discriminación política ejercida a Dilma Roussef por razones de género”.
Rivadeneira argumentó que el juicio político en contra de Rousseff tenía vicios de nulidad desde sus inicios y sienta un nuevo precedente “inaceptable” para las funciones legislativas de la región.
Por su parte, el independiente Ramiro Aguilar dijo que lo ocurrido reivindica las acciones legislativas. Él percibe que la resolución señala que el enjuiciamiento político por parte de los parlamentos está mal, lo que sí sería un golpe a la democracia.
Además -dijo- no se puede declarar a la destitución votada por el senado brasileño como ilegítima, ya que fueron 61 legisladores los que votaron a favor de esa acción y ellos debieron ser elegidos popularmente, es decir, representan a los ciudadanos.
Aguilar aprovechó su intervención para felicitar al senado brasileño por lograr su rol fiscalizador. Aseguró que se debe tomar cómo ejemplo puesto que las acciones fiscalizadoras “no son intentos desestabilizadores, cómo dice la resolución”.
Al final hubo ocho intervenciones de asambleístas en el debate: cinco del oficialismo y tres de la oposición. Rivadeneira, amparada en sus atribuciones cómo presidenta, decidió parar el debate y someter a votación.
La mayoría oficialista volvió a pesar. Con 84 votos afirmativos, 22 negativos y 6 abstenciones la Asamblea Nacional aprobó la resolución que condena destitución de la expresidenta brasileña.
Ayer, Rousseff fue destituida por el Senado y el poder lo asumió de forma definitiva su exvicepresidente y opositor político, Michel Temer. El Senado aprobó la destitución de Rousseff con 61 votos a favor y 20 en contra, sin abstenciones.
Rousseff, en el poder desde el 1 de enero de 2011, fue suspendida en mayo de este año para ser juzgada por maquillaje de las cuentas públicas para asegurar su reelección en 2014 y continuar con esa práctica el año siguiente.